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viernes, 26 de julio de 2013
domingo, 21 de julio de 2013
Paterna de Rivera en el Anuario Regional de Andalucía. 1932
Anuario
regional de Andalucía y Norte Español de África
sábado, 20 de julio de 2013
Paterna de Rivera en el Anuario-Riera. 1903
Anuario
Riera, guía práctica de industria y comercio de España
Comienza su publicación en 1896
como “guía general de Cataluña”,
siendo su director Eduardo Riera Solanich. Se trata de un índice-directorio similar al Anuario…, de
Bailly-Ballière, que, desde 1879, se editaba en Madrid para toda España. A
partir de 1901, el del barcelonés Riera también se convertirá de ámbito
nacional como “gruía práctica de industria y comercio de España, y en 1911 se
fundirá con el de Bailly-Ballière para formar el Anuario general de España, que
será editado por la Sociedad Anónima Anuarios Bailly-Baillière y Riera
Reunidos, con sede en Barcelona, y estará publicándose hasta 1978.
Los primeros anuarios de Riera,
pues, están dedicados solamente a Cataluña. A partir de 1901 comprenderá
todas las capitales de provincia españolas, las cabezas de partido judicial y
sus pueblos más importantes, con más de medio millón de señas. Y junto a los
datos que venía ofreciendo, aumentará las descripciones históricas, y dará
cuenta de otros, como los censos de población, ferrocarriles, carreteras y
servicios de carruajes, correos y telégrafos, aguas medicinas o balnearios.
Este tipo de anuarios, almanaques
o guías suponen una foto fija de la actividad económica, profesional,
artesanal, sectorial, administrativa, institucional y cultural de las
localidades, poblaciones y ciudades españolas en cada año.
La información procedía de una
vasta red de corresponsales, como secretarios de ayuntamientos, maestros,
libreros, impresores, directores de periódicos, agentes de negocios, etc.,
alcanzado el Anuario en su época un destacado éxito comercial, y siendo hoy una
fuente básica para el conocimiento de las actividades comerciales, industriales
o institucionales de los pueblos de España. El Anuario-Riera
recibió medallas en las exposiciones de Arcachon (1897), París (1900) y Lyon
(1903).
Paterna de Rivera en el Anuario del Comercio. 1883
Anuario del comercio, de la industria, de
la magistratura y de la administración
El
anuario irá aumentando cada año de paginación, desde las 2.000 páginas hasta
alcanzar volúmenes que superan las 6.000.
Continuación,
a partir de 1881, del Anuario-almanaque del comercio, de la industria, de la
magistratura y de la administración que, en 1879, había comenzado a editar el
librero madrileño Carlos Bailly-Baillière, y más tarde lo harán sus hijos. Es
una guía que contiene centenares de miles de datos de las personas que integran
las instituciones del Estado y de las provincias en todos sus sectores
(político, educativo, militar, religioso, judicial, etc.) y de los
profesionales y oficios, comercios, negocios, fábricas e industrias, tanto
relativos a España como de los países de Ultramar y de hispano-américa, y que
incorpora a partir de 1881 también a Portugal.
Inserta
también una abundante publicidad comercial, tanto provincial, nacional como extranjera, de productos comerciales e industriales. Algunos profesionales, comercios e industrias son resaltados tipográficamente.
La
publicación fue declarada oficialmente de utilidad pública y premiada en
numerosas exposiciones. Cada volumen cuenta con diferentes índices. Uno
sectorial por oficios, profesiones o tipo de comercios o industrias, y otro
geográfico, comportándose este como un nomenclátor. También confecciona un
índice de sus anunciantes. Al final, insertará un índice general.
Después
de treinta y tres años publicándose bajo este título, en 1912 se funde con la
guía catalana Anuario-Riera (Barcelona: 1896-1911), para seguir editándose,
iniciando su segunda época y numeración, bajo el título Anuario general de
España (1912-1978).
Fuente: Anuario del Comercio, de la
industria, de la magistratura y de la administración o Directorio de las
400.000 señas de Madrid, de las provincias, de Ultramar, de los estados
hispano-americanos y de Portugal (ISSN
2172-8305). Hemeroteca Digital Biblioteca Nacional de España.
domingo, 14 de julio de 2013
Paterna de Rivera en el Anuario-Almanaque del Comercio. 1879
Anuario-almanaque del comercio, de la
industria, de la magistratura y de la administración
Publicación anual que comienza a
editar en 1879 Carlos Bailly-Baillière, librero de la Universidad
Central, de Madrid, del Congreso de los Diputados y de la Academia de
Jurisprudencia y Legislación, en el que se ofrece en torno a
400.000 señas de las personas que integran la instituciones de las
Administraciones Públicas y de cualesquiera que tuviera un oficio o profesión
(abogados, arquitectos, notarios, médicos, marmolistas, boteros, libreros,
impresores, fotógrafos, carpinteros, etc.) o fuera propietario de un comercio,
industria o fábrica, o ejerciera un servicio público.
El Anuario es una excelente fuente de información de la vida económica y social de Paterna pues entre otras curiosidades recoge una interesante relación de profesiones, personas y empresas. Así llama la atención la existencia en nuestro pueblo de dos casinos: el de la Amistad y el de Artesanos Labradores. Además de las típicas profesiones (médico, veterinario, maestros, farmacéutico, etc.), destacan oficios tradicionales como la de alfarero, molinero, sombrerero, zapatero, confitero, tejedor, herrero..., siendo los más numerosos los de agrimensor, los industriales (aunque no se especifica de qué rama) y los dedicados al transporte. Curioso también que contara Paterna con dos Fábricas de Jergas (colchones de paja). Resalta así mismo el Anuario el principal atractivo de Paterna durante el siglo XIX: sus baños, que "gozan de justa fama".
Fuente: Anuario-almanaque del Comercio, de la industria, de la magistratura y de la administración o Almanaque de las 400.000 señas de Madrid, de las provincias, de Ultramar y de los estados hispano-americanos (ISSN 2172-8291). Hemeroteca Digital de la Biblioteca Nacional de España.
sábado, 6 de julio de 2013
La Fiesta del Árbol en Paterna de Rivera. 1927-1929
ORÍGENES DE LA FIESTA DEL ÁRBOL
Los árboles de la
libertad
Los
orígenes de la Fiesta del Árbol hay que buscarlo en la llamada Fiesta del Árbol de la Libertad instaurada en Francia
a finales del siglo XVIII.
En
la cultura celta de Francia, España e Inglaterra el árbol era símbolo de la
comunidad. Durante la guerra de la independencia en América, que dio lugar al
nacimiento de los EE.UU. se crearon los llamados Arboles de la Libertad. En
Boston hacia 1765 los miembros de la
sociedad “Hijos de la Libertad” se reunían en torno a un olmo gigantesco, al
que dieron el nombre de Árbol de la Libertad. El viejo olmo fue talado por los
ingleses durante la guerra de la independencia. Los patriotas americanos extendieron la costumbre de plantar árboles
que en su mayoría fueron talados por las tropas británicas. Estos árboles de la
libertad se convirtieron en símbolos de la lucha por la independencia.
La
creación de los árboles de la libertad fue introducida en Francia durante la
Revolución Francesa enlazando con la tradición céltica que veneraba el árbol como
el símbolo de la libertad del hombre. Se implantó entonces la Fiesta del
Árbol de la Libertad en la que se
plantaba un árbol en el centro de una plaza del pueblo durante el la
celebración de una gran fiesta cívica. El árbol plantado representaba la
libertad de dicha comunidad y a la misma comunidad que vivía en régimen de
igualdad tras librarse de la opresión
del Antiguo Régimen. Fue tal el éxito de esta fiesta que se calcula que en 1794 había más de sesenta mil en toda Francia,
pues cada pueblo o municipalidad plantó su árbol de la libertad.
La
Fiesta del Árbol traspasó fronteras como símbolo de los demócratas y
republicanos, por toda Europa occidental. El primer Árbol de la Libertad
documentado en España se plantó en 1805 en
Villanueva de la Sierra Cáceres).
Tras
la Guerra de la Independencia, con la restauración de Fernando VII, los
absolutistas utilizaron el Árbol de la
Libertad como símbolo de los liberales a fin de desprestigiarlos como
afrancesados. El fenómeno ocurrió en
toda la Europa occidental, convirtiéndose el Árbol de la Libertad en distintivo
del ala más izquierdista de liberales, carbonarios, republicanos, socialistas, etc.
A
lo largo del siglo XIX, La Guerra de la Independencia, las guerras carlistas y
los gobiernos más conservadores no favorecieron la continuidad de la Fiesta del Árbol. Pero hubo periodos políticos progresistas en que se
difundió la plantación del Árbol de la Libertad: Trienio Liberal (1820-1823),
Sexenio Democrático (1868-1874) I
República (1874)) como símbolo de la libertad y de la igualdad.
Con
el tiempo, fue desdibujándose su práctica y su contenido político fue
sustituido por celebraciones de acontecimientos o hechos relevantes.
Hacia
la década de 1840 en Estocolmo (Suecia) la Fiesta del Árbol de la Libertad junto
a la tradición del Árbol de Navidad derivaron en la creación del Día del Árbol,
una fiesta del arbolado concebida para que participase la ciudadanía.
El Arbor Day
americano
La
difusión de la llamada Fiesta del Árbol conocida en todo el mundo tendrá lugar
tras su implantación en Estados Unidos. En 1872 el Secretario de Nebraska, Sterling
Morton, ante la gran deforestación de este territorio americano propone en una
Asamblea de Agricultores en Lincoln que en abril de cada año se realizase una
plantación de árboles en un acto público. El 10 de abril de 1872 se celebró el
primer Arbor Day plantándose más de 1 millón de árboles.
La
idea se extendió por otros estados y en 1882 con motivo de una asamblea
forestal de alcance nacional que se celebró en Cincinnati, se realizó una plantación de árboles simbólica en la que
participaron los maestros y alumnos de las escuelas públicas de la localidad.
Desde entonces la Fiesta del Árbol quedó como una actividad escolar. A finales del s. XIX, la Fiesta fue declarada
oficial en los Estados Unidos.
El
Arbor Day se difundió primero a los países suramericanos y posteriormente a
Europa, donde confluiría con el recuerdo de la tradicional Fiesta del Árbol de
la Libertad
La Fiesta del Árbol en España.
En
España con las desamortizaciones del siglo XIX, hubo grandes pérdidas de
superficie forestal que fueron ocupadas por tierra de cultivo y pastos. La ciudadanía
veía en la política repobladora una pérdida de trabajo y de dinero. Se crearía
entonces la Administración Forestal Española que a través del Cuerpo Nacional
de Ingenieros de Montes llevaría a cabo un programa de defensa de los montes
públicos, de su ordenación y mejora.
El
ingeniero Rafael Puig y Vals propuso celebrar la Fiesta del Árbol copiando el
modelo norteamericano, desvinculándola de cualquier significación política
revolucionaria, que fuese una fiesta escolar y cívica y que tuviese el apoyo e
implicación de los dirigentes políticos. En 1898 fundó la Asociación de los Amigos de
la Fiesta del Árbol con el objetivo era fomentar la repoblación del arbolado y
proteger las aves insectívoras
La
primera “Fiesta del Árbol” en España se celebró en Madrid el 26 de marzo de
1896, promovida por el ingeniero Ricardo
Codorniú y organizada por la Diputación y el Ayuntamiento.
La
Fiesta del Árbol se extendió al resto de la península destacando las celebradas
en Andalucía, la del Puerto de Santa María
el 26 de diciembre de 1897 y sobre todo la del 10 de febrero de 1898 en
Jerez de la Frontera, en la que participaron mil niños y se plantaron
quinientos árboles.
Pero
será la Fiesta del Árbol de Barcelona de 1899 ideada por Puig la que serviría de modelo para las del resto de
España y supondría su consolidación en España.
Desde
la Revolución Francesa, la Fiesta del Árbol tuvo dos objetivos: una labor
educativa de conservación de las masas forestales y un objetivo propagandístico
de la política del estado, en un principio de las ideas revolucionarias y
liberales, pero posteriormente del gobierno monárquico y conservador de la
Restauración.
En
1904 se instaura la Fiesta del Árbol con
fines repobladores y educativos (RD de 11 de marzo). Tenía por objeto “la siembra o plantación de árboles en un
trozo de monte público ó en lugar adecuado de sus cercanías, la formación de
alamedas ó plantaciones lineales a lo largo de los caminos y de los cursos de
agua, según lo aconsejen las condiciones de cada termino municipal”.
Posteriormente,
por RD de 4 de Enero de 1915 se declara obligatoria la celebración anual
de la Fiesta del Árbol en cada término municipal, debiendo el Ayuntamiento invitar a todos los funcionarios,
asociaciones y entidades, tanto oficiales y particulares, que en el término
municipal residan.
A
partir de 1923, con la Dictadura de Primo de Rivera la Fiesta del Árbol se convierte
en una de sus principales ceremonias patrióticas cívico-religiosas para resaltar el nacionalismo español agrarista y
conservador.
La
Fiesta pasó a institucionalizarse con el decreto de 30 de abril de 1924 por el
que se obligaba a “todos los ayuntamientos de España procedan, sin excepción, a la
plantación mínima anual de 100 árboles, procurando la formación de alamedas o
plantaciones lineales a lo largo de los caminos y de los cursos de agua, según
lo aconsejen las condiciones de cada termino municipal y eligiendo los sitios
más adecuados para que a la vez de ornato y esparcimiento, contribuyan a la
higiene y salubridad (…)”.
El
festejo se reviste de todos los elementos al servicio del interés
primoriverista para resaltar el ideario conservador nacionalcatolicista. En el
ceremonial participan las autoridades religiosas, civiles y políticas y, sobre todo los niños y los maestros de las escuelas de la localidad.
En la Fiesta se celebra una misa para
consagrar los árboles plantados, asisten las autoridades civiles, políticas y
militares, y, sobre todo los niños, niñas y maestros de las escuelas como los
protagonistas del eventos. Todo ello con la presencia y bajo la supervisión del delegado
gubernativo. La celebración solía comenzar con una solemne función religiosa
para consagrar los árboles y el lugar de la plantación, las autoridades
pronuncian discursos de exaltación nacional
y del régimen, se hacen disertaciones sobre el origen, significado y fines de
la celebración, se entonan canciones patrióticas, se canta el himno al árbol,
se recitan poesías alusivas al árbol y se ofrece un merienda a los niños.
LA FIESTA DEL ÁRBOL EN PATERNA
En
Paterna no tenemos constancia de la celebración de la Fiesta del Árbol hasta la
Dictadura de Primo de Rivera. En sesión de la Comisión Permanente del 3 de
Noviembre de 1924 se acuerdo “registrar
la arboleda de la fuente de la Negra para cortar los incos (sic) que se
pudieran con el objeto de destinarlos a alambrar el campo para la fiesta del
árbol”. Unos días después el 17 de Noviembre se facultaría al alcalde para
vender los sobrantes de los árboles de los que se obtendría los hincos para la
Fiesta del Árbol. (ACP 17-11-1924). En sesión del día 24 se acuerda que “en el sitio designado para la celebración de la Fiesta del Árbol se
proceda a la colocación de los inques (sic) y el alambrado correspondiente.”
Nuevamente se trata sobre la fiesta del árbol en la Comisión Permanente en
Marzo de 1925; ante la abundancia de pastos en el lugar donde debía celebrarse
la plantación, se ordena su limpieza (ACP 16-3-1925).
No
sabemos si, a pesar de los preparativos, se llegó a celebrar la fiesta del
árbol en Paterna, pero en Diciembre de 1925 el Delegado Gubernativo, Aurelio
Benzo y Cano, comunica al ayuntamiento la obligación la obligación que tenía de
“celebrar todos los años la llamada
fiesta del árbol que a más de ser altamente educativa es barómetro que señala
la cultura de los pueblos”. Además propone “que las plantas que se siembren sean moreras a fin de que en su día
pudiera desarrollarse en la localidad la industria sedera, base en tiempos
pasados de prosperidad de la economía nacional y termina aconsejando que para
mayor solemnidad del acto y estímulo de la niñez podría acordarse la
distribución en dicho día de cartillas de ahorro entre los niños de las
Escuelas Municipales que más se distingan por su asistencia y dedicación” (ACP
28-12-1924).
El
25 de Enero de 1926 el alcalde informa a la Comisión Permanente “que estaba haciendo gestiones para la compra
de los plantones con el propósito de sembrarlos en el cercado de espino
artificial que pone el ayuntamiento en el ejido llamado El Real y a propósito
de ello hace constar la falta de estética del sitio donde está enclavado dicho
cercado dando vista al cementerio de la población combatido por los vientos de
levante”. La comisión acordará trasladar el cercado a “otro sito donde las plantas que en él se coloquen tengan más
condiciones de desarrollarse y sirvan para ornato de las afueras de la
población” (ACP 25-1-1926). Pero no será hasta diciembre cuando que
tengamos noticia de lo gastado en el traslado del cercado donde había de
celebrarse la Fiesta del Árbol (ACP 27-12-1926).
Por
fin tras tres años tratándose el tema de la fiesta del árbol, el 17 de enero de
1927 el alcalde informa a la Comisión Permanente que “preparado ya el campo donde ha de celebrarse por primera vez en esta
villa la obligatoria fiesta del árbol, comprados los doscientos eucaliptos que
han de plantarse, entendía que dicho acto pudiera celebrarse para rodearlo de la
mayor solemnidad el próximo día de San Sebastián a continuación de la fiesta
religiosa” (ACP 17-1-1927).
La
Fiesta del Árbol se celebró por primera vez en Paterna de Rivera el 20 de Enero
de 1927, día de San Sebastián, su patrón. El evento fue recogido en una extensa
y detallada crónica periodística en el NOTICIERO GADITANO del día 27 de enero.
En la celebración se repite todo el ceremonial típico de esta fiesta durante la
Dictadura de Primo de Rivera destacando el acto institucional llevado a cabo en
el ayuntamiento dedicado a exaltar la figura y la labor de Julio Díez y Romero
como alcalde de Paterna, con las intervenciones del maestro nacional Ramón
Pérez Tarrio, el concejal José Colón Moreno y el vicepresidente de unión
patriótica, José Gil Martín. En dicho acto se propuso dar el nombre del alcalde
al paseo donde se llevó a cabo la Fiesta del Árbol o una calle del pueblo, terminando la jornada
con un banquete y un baile en homenaje a Díez y Romero.
La
Fiesta del Árbol continuó celebrándose los dos años siguientes coincidiendo también
con el día de San Sebastián (ACP 9-1-1928 y ACP 7-1-192). Las plantaciones de
eucaliptos se llevaron a cabo en la entrada a Paterna desde Medina (frente al
Supermercado Día) y frente al Pozo de Medina, así como en La Cabra y La Negra y
junto a la actual Barriada Príncipe de Asturias. Dichos árboles fueron talados
entre los años 80 y principios de los 90, a medida que el núcleo urbano de
Paterna crecía. En la fiesta del Árbol de 1928 se plantaron 200 ejemplares de moreras, acacias y eucaliptos. Tenemos constancia que en los años 50 fueron arrancados los árboles de mora del Llano de San Sebastián,
para construir el Cine de Verano y el Bar Terraza, junto al Cuartel de la
Guardia Civil. No sabemos si estas
moreras tuvieron su origen en las fiestas del árbol.
FUENTES
Y BIBLIOGRAFÍA
ARCHIVO MUNICIPAL DE PATERNA DE
RIVERA. Actas Comisión Permanente 1924-1929.
ALCUSÓN SARASA, A.: “La Fiesta del Árbol como elemento de
nacionalización durante la Dictadura de Primo de Rivera (1923-1930): el caso
aragonés”, X Congreso de la Asociación de
Historia Contemporánea, Santander, Asociación de Historia
Contemporánea. Prensas de la Universidad de Cantabria. 2010.
GALLO PUERTO, P.: “Recuerdos de mi infancia”. Revista El Alcaucil” Nº 38. Marzo 2004. Págs. 23-26. Paterna de Rivera. Cádiz
J.J. LA PLUMA DEL 92: “Cada vez entiendo menos”. Revista El Alcaucil” Nº 10. Mayo 1991. Págs. 27-28. Paterna de Rivera. Cádiz
EL NOTICIERO GADITANO, Viernes 28 de Enero de 1927. AÑO IX. Núm. 2.584
EL NOTICIERO GADITANO, Sábado 28 de Enero de 1928. AÑO X. Núm. 2.892
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