viernes, 23 de noviembre de 2012

La Hospedería del Balneario de Gigonza (y II)

Artículo original publicado en Revista "El Alcaucil" nº 35 (Octubre de 2002)

En esta segunda parte continuamos describiendo las instalaciones que ofrecía  la Dehesa de Gigonza, convertida en una gran hospedería, a los numerosos visitantes que durante la temporada de baños acudían a tomar las acreditadas y salutíferas aguas minerales de su balneario en el siglo XIX.

 
        Otro departamento conocido por el nombre de Hospital de Mujeres y Casilla del Ordinario señalado con el número 1217 que se halla un poco separado de la anterior hacia su frente y en dirección de su línea de costado que mira al Nordeste y linda por todos vientos con las mismas tierras de Gigonza, ocupa todo una superficie de 134 varas cuadradas equivalentes a 93.73 m2, distribuidos en un cuarto y alcoba para el ordinario, la habitación separada para las mujeres con   un fogaril y un cuarto con un horno de cocer par, todo atendiendo a que es de nueva construcción ascienda su valor a la cantidad de1698 escudos 500 milésimas.
Inscripción conmemorativa en la capilla del Castillo

        Casilla de los Baños Dulces señalada con el número 1218 de gobierno que se halla en el sitio de la alamedita junto a la Fuentecita que mira al Noroeste y linda por todos vientos con las mismas tierras de Gigonza, ocupa una superficie  de 52 y ½  varas cuadradas equivalentes a 36.68 m2 distribuidos en dos cuartos con sus baños de azulejos embutidos en el suelo y otro cuarto donde está el fogón con su caldera para calentar agua, todo lo cual atendiendo a ser de nueva construcción ascienda su valor a la cantidad de 660 escudos.
 
        Casa de los Baños Minerales que se halla un poco separado del nacimiento del agua de este nombre señalado con el numero 1214 de gobierno que tiene su frente al Levante y linda por todos vientos con las mismas tierras de Gigonza, ocupa una superficie de 351 varas cuadradas equivalentes a 245.19 m2 distribuidos en un salón de descanso, ocho cuartos con sus baños de azulejos en el suelo con sus correspondientes surtidores que reciben el agua mineral de las cañerías que parten de un depósito que está delante de su fachada embutido en el suelo y cubierto con bóveda, un paso a otro cuarto donde hay un fogón con su caldera  para calentar agua y un corral con su puerta falsa de salida al campo todo lo cual atendiendo a ser de nueva construcción ascienda su valor a la cantidad de 4500 escudos.
Casa de Baños

        Hospital de Hombres, que antes era Casa de Baños Minerales sustituida hoy con la anterior, señalado con el numero 1215 de gobierno que se halla frente de la otra un poco separado y sobre el sitio donde nace el manantial o nacimiento del agua mineral, tiene su frente al Sur linda por todos vientos con las mismas tierras  de Gigonza, y ocupa una superficie de 92 varas cuadradas equivalente a 64.28 m2 que consta de una sala con alcoba y un cuarto, hay además por detrás de la anterior casa de Baños y algo separada de ella, un pequeño local al descubierto con un pilon en el centro que llaman Baños de los Pobres, que ocupa una superficie de 19 vara cuadradas, osen 13.28 m2 que unido con el anterior y atendiendo a ser de nueva construcción ascienda su valor a la cantidad de 1050 escudos. 

        Casa del Cortijo de Gigonza, señalada con el numero 1219 de gobierno que tiene su frente a Sudeste, linda por todos vientos con las mismas tierras de Gigonza y ocupa una superficie de 1074 varas cuadradas equivalentes a 750.05 m2 en cuyo caserío hay una habitación común, un cuartito y una cocinilla frente a la entrada, que es perteneciente al colono ocupando de la superficie total 130 vara cuadradas o sean 90.84 m2 y lo demás al dicho al señor Marqués perteneciente la de 994 varas cuadradas o sean 659.610 m2 distribuidos en zaguán, ingreso con una cuarto a su izquierda y un granero a su derecha, patio, una cuadra con pesebrera a la derecha entrando y un callejoncito contiguo  a su extremo a la izquierda el amasijo con el horno de cocer pan, una despensa local de la atahona, al carnicería o cuarto de la  carpintería, un corralillo y gallinero, todo lo cual y atendiendo a que el caserío es de nueva construcción en su mayor parte  asciende su valor a la cantidad de 3000 escudos, importando por consiguiente hechas por el Sr. Marqués la suma total de 44850 escudos.
       
         Vemos pues las numerosas instalaciones con que contaba el Balneario, situado en un precioso paraje con abundante arboleda, vegetación, manantiales  y una atmósfera limpia, lo que junto a las excelencias salutíferas de sus aguas atraía a numerosas enfermos, adquiriendo por ello fama a nivel nacional.                               
Los enfermos solían venir, si eran pudientes, con sus familiares, alquilando los conocidos “partiditos” o  las habitaciones de la fonda, la gente más acomodada. Por el contrario los pobres en un principio se alojaron en chozas inmediatas al caserío  construidas por ellos mismos, incluso algunos dormían  bajo los árboles;  posteriormente el Marqués  les construyó los llamados  hospitales para pobres, uno para hombres y otro para mujeres.                                           

Los partidos  solían tener su propia cocina donde los bañistas preparaban sus comidas o, podían disfrutar de los platos que ofrecía el comedor o restaurante situado en el Patio de la Fonda, con capacidad para 80 cubiertos. El Marqués del Castillo incluso  facilitaba a los bañistas la vajilla con un grabado distintivo propio del Balneario, además de otros utensilios.  
Vajilla "Baños de Gigonza"
        Durante la temporada de baños el ordinario, encargado de cuidar todas las instalaciones, establecía, una tienda de comestibles, bebidas y otros artículos, destinada a la clase pudiente, que él mismo con su propio carro suministraba desde Jerez un día si y otro no.   Los bañistas menos acomodados y a precios más equitativos, podían surtirse de fruta, leche, legumbres, etc. en el mercado público que se instalaba en las puertas del castillo, y que diariamente se  abastecía desde Paterna.  

El agua potable también llegaba a las dependencias más importantes de la hospedería conducida por tuberías desde el gran depósito de agua que aún hoy se conserva en el patio de armas del castillo, instalado sobre el muro de la cerca, frente a la entrada principal, junto a la palomera.  
Depósito agua potable
    Todo el establecimiento estaba bajo la gestión de D. José Infante, Administrador del Marqués en el Castillo, que además era el capellán de la capilla donde, diariamente, a las 9 de la mañana, celebraba misa y por las noches se rezaba el rosario. José Infante también se encargaba de  las reservas de habitaciones en la calle Evora de Jerez.  

Exvotos en la capilla del Castillo
El Balneario de Gigonza estaba bajo la advocación de la Virgen del Carmen y en su festividad, el 16 de Julio, se organizaban numerosas actividades para disfrute de los bañistas como funciones religiosas, corridas de toros, conciertos de piano, cante flamenco, etc.  

Las curas balnearios estaban confiadas al Médico-Director, encargado de la prescripción de las aguas a los enfermos, labor que también realizaba en el Balneario Fuente Santa de Paterna, hasta que se separaron ambas Direcciones. Algunos de los Médicos que estuvieron en Gigonza y Paterna,  tuvieron gran prestigio en la hidrología médica a nivel nacional.  

Los enfermos pudientes tomaban sus aguas sulfurosas en la Casa de los Baños Minerales que contaba con sus correspondientes pilas de azulejos y otros útiles y servicios como agua caliente, bancos, mesas, ect.;  por el contrario los pobres para sus baños solo disponían de una alberca, a lo más cubierta de ramas para evitar el intenso sol,  que se surtía del agua sobrante de los  baños tomados  por los enfermos de pago. También los pudientes podían disfrutar de baños de agua dulce en otro balneario situado al Noroeste. 

Para entretenimiento los bañistas podían disfrutar de los paseos por los bellos y frondosos parajes que circundaban las instalaciones, la caza, tanto menor como mayor, pues entonces había jabalís y venados en los alrededores; de vez en cuando se celebraban corridas de toros en el Patio de las Cocheras, preparado con vallas y burladeros, apostándose los bañistas en las azoteas que rodeaban al patio. Por las noches los aguistas se reunían en el Casino, un amplio salón destinado para el disfrute de bailes, conciertos, juegos de tresillo,  con mesa de villar, mesas de juego, piano, etc. 
Carretera que conducía hasta el Balneario

La seguridad de los bañistas, dada la gran concurrencia de personas a Gigonza, estaba asegurada por la presencia de la Guardia Civil en el establecimiento, pues durante la temporada de baños, contaba con dos cuartos para su alojamiento junto a la entrada principal de la Fonda.  

La mayoría de los enfermos que acudían al Balneario de Gigonza solían proceder de la provincia de Cádiz, sobre todo de Jerez, en cuyo término se ubicaba el Balneario, aunque también solían venir algunos bañistas de otros lugares de Andalucía, principalmente de Sevilla, al reclamo de las milagrosas curaciones que sus aguas obraban en determinadas enfermedades.  

Gran handicap para el auge y prosperidad, tanto para este balneario de Gigonza como para el de Paterna   fueron las malas comunicaciones con las principales ciudades: Jerez, San Fernando, Cádiz, El Puerto, mejor conectadas y más cerca de Chiclana donde se ubicaba el Balneario de Fuente Amarga, que les hacía competencia.  Fue este uno de los motivos de la decadencia y cierre de estos dos balnearios, a pesar de las excelencias terapéuticas de sus aguas.

FUENTES Y BIBLIOGRAFÍA

Carretero Muriel, M.: “Anuario Oficial de la Aguas Minerales de España”. Madrid. 1890

García López. Anastasio: “Aguas Minerales. Tratado de Hidrología Médica”. Madrid. 1889.

 Mejías, Francisco de Paula: "Noticia de los dos establecimientos de baños minero-medicinales de Paterna y Gigonza”. 1844.

 Partición de Bienes entre el Marqués del Castillo y su sucesor, D. Juan Manuel Ponce de León y Gordón. 23 de Diciembre de 1867. Archivo Municipal de Jerez. Secc. Protocolos Notariales.

 Posesión del Vinculo del Marqués del Valle de Sidueña por D. Francisco Ponce de León el 27 de Octubre de 1834. Archivo Municipal de Jerez. Secc. Protocolos Notariales Leg. 1012.

Rubio, Pedro Mª.: “Tratado Completo de las Fuentes Minerales de España”. Madrid. 1855.

Inscripción Dehesa de Gigonza”. Registro de la Propiedad de Jerez de la Frontera.

Retablo del Jerez Antiguo. “Castillo de Gigonza. Las Casas de Baño en la segunda mitad del siglo
XIX.” Diario de Jerez, Domingo, 2 de Julio de 1989.

 

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