sábado, 7 de junio de 2014

El Acueducto Romano de Tempul de actualidad

Ayer el profesor del Historia Antigua de la UCA Lázaro Lagóstena presentó  Aqua Ducta, un proyecto, del que es director, subvencionado por la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía y  por fondos FEDER de la Unión Europea con una partida de 128.000 euros, que pretende sacar del olvido y poner en valor el "Caño de Hércules" nombre con el que era conocido el Acueducto Romano de Gades en época medieval. Un excelente noticia para Paterna de Rivera, pues si se recupera el tramo aéreo más importante del acueducto que atraviesa el Cortijo de los Arquillos, a escasos kilómetros de nuestro pueblo, supondría un importante atractivo turístico y futuro potencial económico junto a otros posibles reclamos monumentales y arqueológicos de nuestro entorno.
 
La noticia era recogida ayer por diferentes medios de comunicación escrita y digital :
 
El acueducto romano de Cádiz, el más largo de Hispania, busca salir del olvido       
06/06/2014 - 19:40h      
 
El acueducto romano de Cádiz, el más largo de Hispania, busca salir del olvido
Construcción del acueducto (sifón romano invertido) a su paso por el Cortijo de los Arquillos, próximo a Paterna de Rivera
 
     Con una longitud de entre 75 y 80 kilómetros el acueducto romano de Cádiz es, además del más largo que se desarrolló en Hispania, uno de los más completos y complejos sistemas hidráulicos que se levantaron en todo el imperio romano, un "ingenio" que ahora busca salir del olvido.
 
Tras estudiar esta infraestructura durante cinco años, investigadores de la Universidad de Cádiz emprenden ahora un proyecto para dar a conocer y poner en valor la que se considera una de las infraestructuras hidráulicas más relevantes de la Hispania romana, un acueducto que recorre la provincia de Cádiz, desde la Sierra de las Cabras hasta la capital gaditana.
 
El coordinador del proyecto "Aqua Ducta", el profesor Lázaro Lagóstena, ha explicado que se trata de una iniciativa con la que el equipo multidisciplinar que ha investigado e investiga esta infraestructura quiere "sacar partido" de su conocimiento y devolver a la sociedad "la deuda" contraída con ella por haber podido estudiar este "ingenio" con dinero público.
 
Para empezar, el equipo va a emprender los trámites para que el acueducto romano de Cádiz pueda ser declarado Bien de Interés Cultural (BIC) y estudia diversos proyectos educativos e iniciativas para acabar con el desconocimiento que han detectado sobre esta infraestructura, incluso entre los vecinos de las ciudades y pueblos que atraviesa.
 

Desde el manantial de Tempul, a una altura de más de 400 metros y entre las localidades de Algar y San José del Valle, el acueducto se construyó siguiendo una ruta sinuosa para sortear las dificultades del terreno y que transcurre por localidades como Jerez, Puerto Real, Chiclana o San Fernando, hasta llegar a su objetivo, abastecer de agua a Cádiz.
 
Para saltar estas barreras en la construcción, se emplearon diversas soluciones constructivas, como sifones invertidos, túneles o minas a más de 25 metros de profundidad, canales de agua rodada, puentes, acueductos y una diversidad de elementos constructivos que lo convierten en uno de los más completos y complejos de todo el Imperio Romano y en uno de los cinco más largos.
No se sabe a ciencia cierta cuando y quien lo construyó porque aún no ha sido descubierta ninguna inscripción que de pistas de estos datos.
 
"Pensamos que podría ser del siglo I antes de Cristo", apunta el historiador de la UCA Lázaro Lagóstena. Entonces Cádiz era una ciudad "muy poderosa e influyente" y por eso se pudo decidir esquivar el problema de su abastecimiento de agua -sus manantiales eran muy salinos por la cercanía en el mar- con una obra civil que "sería impensable" en otras localidades de menos peso, subraya el coordinador del proyecto
 
Ingenieros, historiadores, arquitectos y hasta espeleólogos forman parte del proyecto que pretende seguir descubriendo los secretos de esta ingeniería "señera" de su tiempo.
 
La mayor parte de la infraestructura es subterránea, aunque tiene en la superficie restos, los más visibles en el Valle de los Arquillos, donde hay arcadas, pilares y torres.
 
El proyecto Aqua Ducta, una iniciativa subvencionada con 128.000 euros por la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía y por la Unión Europea a través del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), comprende la recopilación de toda la documentación de caracterización y contextualización del acueducto, redacción, diseño y maquetación de la Ruta del Acueducto romano de Gades, así como su difusión y divulgación.
 
Un trabajo ambicioso, aunque no tanto como el que se emprendió en el siglo XVIII cuando, según ha contado Lázaro Lagostena, "se intentó restaurar para abastecer a Cádiz".
 
El delegado en Cádiz de la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, Federico Fernández, ha señalado que la Junta espera que iniciativas "innovadoras" se conviertan en "los pilares del acueducto" que debe comunicar a la Universidad y a las administraciones.
 
FUENTE: ELDIARIO.ES


La universidad de Cádiz rescata del olvido un acueducto romano de 75 km. de longitud

José Padilla / Jerez de la Frontera. Día 06/06/2014 - 18.34h
 La obra hidráulica trasladaba agua desde la Sierra de las Cabras a la actual Cádiz

La Universidad de Cádiz rescata del olvido un acueducto romano de 75 kilómetros de longitud
Visita a una de las obras del acueducto (Cortijo de los Arquillos)

Un proyecto de la Universidad de Cádiz (UCA) ha dejado al descubierto una de las infraestructuras hidráulicas más importantes de la Hispania Romana, el antiguo acueducto que desde la Sierra de las Cabras cruzaba gran parte de la Campiña para abastecer de agua a la ciudad de Gades (la actual Cádiz). A lo largo de su trazado de unos 75 kilómetros, el acueducto, una obra casi desconocida, fue salvando diversos obstáculos geográficos desde relieves inestables formados por yesos de trías, cambios de pendientes y vaguadas, y espacios ocupados por marismas.
 
Los hispanos romanos emplearon diferentes soluciones técnicas para franquear los obstáculos durante la construcción de la obra como sifones invertidos, túneles y minas abiertas a más de 25 metros de profundidad, canales de agua rodada, puentes y acueductos.
 
 El profesor de la UCA, Lázaro Lagóstena, ha presentado hoy el proyecto Aqua Ducta y ha destacado que esta obra hidráulica contribuyó a configurar el territorio de la provincia, además de abastecer de agua a Gades. Ha afirmado que la historiografía del acueducto es amplia, pero «demuestra el desconocimiento de esta obra pública en alguno de sus tramos, un campo de investigación abierto en una zona predominantemente rural y que debe ser abordado por proyectos multidisciplinares».
 
Otro de los objetivos del proyecto es poner en valor el acueducto, pues hasta la fecha no se han hecho acciones para su protección y conocimiento, y ser base de la elaboración de una ruta específica para atraer turismo sostenible y ecológico a la Campiña. Entre las prioridades -ha anunciado el director del proyecto multidisciplinar- está su catalogación y protección como Bien de Interés Cultural, emprender acciones con colegios y ayuntamientos para que la sociedad lo conozca, así como impulsar un trabajo en las redes sociales para identificar sus valores.
 
El delegado territorial de Agricultura de la Junta, Federico Fernández, ha respaldado la iniciativa universitaria y ha señalado que la labor de investigación será la base de la divulgación social de este patrimonio casi olvidado y su dinamización económica. 
 

Recomponiendo el acueducto de Gades, el más largo de Hispania

El proyecto Aqua Ducta, realizado por un equipo multidisciplinar de la UCA, plantea potenciar el valor cultural, social y económico de esta obra de ingeniería de unos 80 kilómetros
 
Virginia León. Cádiz | Actualizado 07.06.2014 - 05:00
 
Un tramo del acueducto visible, a la
 altura del valle de los Arquillos.
El acueducto romano de Gades, que abastecía a Cádiz desde el manantial del Tempul, es el de mayor longitud de Hispania y probablemente el quinto de todo el imperio, con alrededor de 80 kilómetros. Es todo un exponente de la ingeniería de la época, así como del poderío económico de la influyente sociedad gaditana de entonces, que logró canalizar el agua dulce de este manantial jerezano a través de la que probablemente fue la primera obra pública civil de la provincia de Cádiz. Una obra con la que se sorteó la dificultad del terreno en un extenso recorrido que arranca en Jerez, pasando por San José del Valle, Algar, Paterna, Puerto Real, Chiclana, San Fernando, hasta llegar a Cádiz, con lo que esto supuso y supone en la organización y configuración actual de los terrenos de la provincia, "que no se podría entender sin la existencia de esta obra".

Éstas son las principales singularidades que ayer descubría ante el público en el salón de grados de Filosofía y Letras Lázaro Lagóstena, profesor titular de Historia Antigua y director de este ambicioso proyecto en el que desde hace años participa un grupo multidisciplinar de investigadores de la Universidad de Cádiz, perteneciente al seminario de Agustín de Horozco de Filosofía y Letras. Un proyecto denominado Aqua Ducta, que que ha sido subvencionado por la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía y por la Unión Europea a través del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) con una partida de 128.000 euros, y en cuyo acto de presentación también participaron el delegado territorial de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente de Cádiz, Federico Fernández Ruíz-Henestrosa; y el vicerrector de Investigación y Transferencia de la Universidad de Cádiz, Manuel Bethencourt Núñez.

Aqua Ducta persigue así desarrollar una serie de acciones para difundir a la sociedad el innegable valor de esta importante obra de ingeniería, desde el punto de vista cultural, histórico, patrimonial y territorial, "porque también queremos identificar los elementos socioeconómicos que hay en el terreno". Un programa que pretende implicar a la ciudadanía para que lo conozca de primera mano a través de la Ruta del Acueducto romano de Gades (incluyendo el sistema hidráulico de Sierra Aznar en Arcos).

La mayor parte del acueducto de Gades es subterráneo, aunque todavía pueden apreciarse en superficie algunos testigos de aquella espectacular obra en el valle de los Arquillos, que ayer visitaron como antesala al acto de presentación.

La estructura parte del manantial del Tempul, que está a una altura de más de 400 metros, por la que discurría el agua en pendiente hasta Gades. Pero en el trayecto tuvieron salvar obstáculos como pronunciadas pendientes, vaguadas, y espacios ocupados por marismas. Para ello ingeniaron soluciones como sifones invertidos, la técnica de vasos comunicados, túneles o minas de hasta 25 metros de profundidad, canales de agua rodada y puentes, entre otros sistemas constructivos que convierten el acueducto de Gades en uno de los "más completos y complejos en comparación con otros del Imperio Romano".

Lázaro Lagóstena explicó de este modo que ahora pretende "devolver a la sociedad la deuda contraída" por estos años de investigación realizada con dinero público. En base a los contenidos científicos está previsto realizar una plataforma web interactiva, publicaciones y jornadas de divulgación, además de un proyecto de investigación educativo con centros de secundaria del ámbito rural, colegios y ayuntamientos.

En su intervención también explicó que entre los principales objetivos figuran iniciar el expediente de incoación de este bien para declararlo BIC. Una obra a la que todavía no se la asignado autoría, ni datación exacta, aunque parece que se realizó en el siglo I. A.C.

Y es que el acueducto de Gades es un proyecto de investigación abierto en muchos frentes. De hecho, está previsto realizar catas en algunos tramos, recuperación de otros como el de Puerto Real, evaluar el estado de resistencia, o hacer prospecciones geofísicas del terreno, entre otros.

El plazo establecido para cerrar el proyecto y dejarlo instaurado es de un año, en el que el equipo multidisciplinar integrado por historiadores, arqueólogos, geógrafos, arquitectos, ingenieros, espeleólogos y expertos en imagen y sonido trabajarán codo con codo en la recomposición de esta obra de ingeniería.
 

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