El molino ya no está, pero el viento persiste
Vincent van Gogh
Prototipo de molino de viento proyectado construir en Medina y Paterna en 1826 |
INTRODUCCIÓN
Desde la antigüedad el hombre se ha servido
del viento para su aprovechamiento como fuente de energía, así en la navegación
de los barcos impulsados por las velas, como para mover las aspas de los
molinos de viento con el fin de moler grano o extraer agua. Los molinos de
viento, jugaron un papel trascendental
en la molienda de granos para la fabricación de harinas, sustento básico en la
alimentación de la población en épocas pasadas.
No están muy claros los orígenes históricos de
los molinos de viento, aunque se sabe que son muy posteriores a los molinos
hidráulicos. Julio Caro Baroja[1]
señala tres posibles hipótesis como las más probables:
- Para algunos autores los molinos de
vientos fueron inventados por los griegos a comienzos de nuestra era.
- Otros historiadores defienden que los molinos son de origen
oriental (culturas árabe y china), extendidos por el Mediterráneo por los musulmanes y traídos a Europa en la Edad
Media por los cruzados.
- Por último hay quién sostiene que los
molinos de viento, al menos los de eje horizontal, fueron inventados en el
siglo XII en Europa occidental (Francia, Inglaterra y Países Bajos).
Las referencias más antiguas que se conocen se
remontan a los siglos IX-X; recogidas
En España, documentos del periodo del Califato
de Córdoba, siglo X, mencionan molinos de viento para el bombeo de agua. El
geógrafo e historiador árabe del siglo XV Ibn' al-Mun'im al Himyari en su
descripción de al-Andalus[2],
para la que usa fuentes de los siglos XI al XIII, nos dice en El Libro del Jardín Perfumado: “Una de las curiosidades de Tarragona
consiste en los molinos de viento
que fueron montados por los antiguos; funcionan cuando sopla el viento y se
paran cuando éste cesa.”
Un antecedente más cercano de época almohade lo
tenemos en Gibraltar. En 1.160 el soberano Abd al-Mumin para asegurar la
posesión del Peñón decidió construir una ciudad inexpugnable, para lo que hizo
venir al jeque Abu Ishaq Barraz b.
Muhammad, el arquitecto de la mezquita de Sevilla, y al-Havy Yais, celebre ingeniero “que construyó algunas máquinas maravillosas
durante su residencia en Gibraltar y, entre otras cosas, un gran molino de
viento que se encontraba en la cima de la montaña[3]”.
Molinos de
viento: partes y tipología
Los molinos de viento están formados básicamente por tres partes:
· Una sólida torre habitualmente de forma cilíndrica o levemente troncocónica
· La maquinaria y piedras para la molienda que están en el interior de la torre
· El sistema de velas, ejes y la cubierta giratoria que se mueven en conjunto para posicionarse frente al viento y recoger su fuerza
Principales partes de un molino de viento |
1. Molinos de eje vertical. A un madero o eje vertical, que es el encargado de mover las piedras de molienda, se sujetan directamente las aspas o velas
2.
Molinos de eje horizontal. Las velas o
aspas se unen de forma perpendicular a un eje más o menos horizontal que
mediante unos engranajes es el que transmite el movimiento a las muelas.
Molino de eje horizontal Molino de eje vertical (molino persa) |
Según el antropólogo Julio Caro Baroja en los
países del sur se desarrolló un tipo de molinos de eje horizontal denominados
de caperuza móvil o “molino de torre”, al que él llama “molino mediterráneo”,
debido a su abundancia en el área mediterránea.
El alemán Fritz Krüger[4] en
su obra Geographie des traditions populaires en France
(1950) estudia y clasifica los distintos tipos de molinos de viento. Krüger
agrupa los molinos mediterráneos atendiendo a la forma de sus aspas en:
·
Tipo A. Con eje atravesado por cuatro
o más pares de varas, que sostienen cuatro velas triangulares. En España se
hallan en Extremadura, Andalucía, Baleares y Cartagena.
· Tipo B. Con eje que sostiene cuatro
aspas, compuestas cada una de una vara central, dos vergas laterales, paralelas
a aquélla y ocho travesaños de velas rectangulares. Característico de Canarias.
·
Tipo C. Con eje que sostiene también
cuatro aspas, compuestas cada una de una vara central, cuatro o seis vergas
laterales y paralelas con quince o más travesaños, y con velas rectangulares
largas y estrechas. Propio de las Islas Baleares y La Mancha.
Tipos de molino según Kruger |
Generalmente el molino andaluz es una torre
cilíndrica, aunque también se da alguna troncocónica. Son de gruesos muros de
fábrica de mampostería de piedra o de arcilla, casi siempre enfoscados y
encalados, de unos 7-8 metros de altura y algo menos de diámetro. Se
estructuran en dos plantas, una baja para la recogida y almacén de la harina y otra
superior donde se hallan el eje y todos los mecanismos de la molienda, rematada
con una cubierta o techumbre de madera cónica que gira sobre la torre para orientar
el velamen hacia el viento[5].
LOS
MOLINOS DE VIENTO DE LA JANDA INTERIOR
Vista de Cádiz, de Antón Van den Wyngaerde (1567). |
Vista de El Puerto de Santa María, de Antón Van den Wyngaerde (1567) |
También en nuestra comarca, por su situación geográfica y exposición a los vientos dominantes en la provincia de Cádiz, el Levante principalmente, y el Poniente, se instalaron molinos de viento desde finales del siglo XVIII y sobre todo en el siglo XIX. Así aún se conservan en Media Sidonia, en Alcalá de los Gazules y en Paterna de Rivera, referencias documentales y vestigios de éstos extraordinarios artificios preindustriales.
El Molino
de San Antonio de Alcalá de los Gazules
En Alcalá de los Gazules[6]
sabemos de la existencia de un molino de viento a principios del siglo XIX
cuyas ruinas subsisten hoy en día en un promontorio, el Cerro del Molino, a la
salida del pueblo por Puerto Levante. Es el llamado molino de San Antonio, una
torre cilíndrica cuyo grueso muro está construido a base de ladrillos y
enlucido con mortero de cal y tierra; posee dos puertas enfrentadas en la
planta baja y vanos en la superior. El
molino se emplaza sobre una plataforma circular elevada construida con un muro
perimetral de mampostería de piedra que recibe el nombre de andén o redondel,
un espacio para llevar a cabo las labores de orientación del molino y para
cargar y descargar el grano de los carros y bestias.
Molino de San Antonio (Alcalá de los Gazules).. IAPH. Agustín Coca.1992 |
Medina y Paterna comparten una experiencia
pionera en España con un tipo de molino innovador, un invento patentado por el
asidonense Antonio Parodi en 1826[7]. El
21 de Abril de 1826 Parodi presenta al Intendente de la Provincia de Madrid una solicitud de
Real Cédula “a fin de que S.M. se digne
concederle el Privilegio exclusivo por diez años, para fabricar unos molinos de
viento de invención suya, en el término de aquella ciudad, y en cualquiera otro
término donde estos fueren necesarios.” Por Real Orden de 6 de mayo de 1826
el Rey Fernando VII concedió a Antonio Parodi “privilegio exclusivo por 10 años para fabricar en el reino los molinos
de su invención”. La palabra privilegio se refiere a patente, es decir, un
documento oficial por el que se le reconoce a alguien una invención y los
derechos que de ella se derivan.
Los antecedentes de la Oficina Española de
Patentes y Marcas[8]
se remontan a varios Reales Decretos del primer tercio del siglo XIX. En 1824
se crea el Real Conservatorio de Artes y Oficios, una institución que, además
de centro docente, tendrá competencias en materia de concesión de privilegios
de invención (1826-1878), marcas (1850-1887) y patentes (1878-1887). El 27
de marzo de 1826 se aprueba el Real Decreto de Privilegios Exclusivos de Invención
e Introducción a partir del cual los inventores tendrán garantizados y protegidos
sus derechos en España. El Real Conservatorio de Artes y Oficios sería el encargado
del registro de dichas patentes e inventos y del depósito de la documentación.
El invento de Parodi fue registrado como el
Privilegio Nº 2 por el Real Conservatorio, expidiéndosele Real Cédula con fecha
de 28 de Junio de 1826, tras el pago de 3.000 reales de vellón por derechos según
establecía la ley. Se trata de la primera contribución española registrada, es
decir, el primer invento, privilegio o patente registrado en España relacionado con el viento[9].
El primer invento patentado, el 23 de Marzo de 1826 por Juan María La Perriere,
fue un molino harinero mecánico de brazo
para moler trigo[10].
Plano del molino de viento inventado por Antonio Parodi. Dibujo de Juan Serafín Manzano |
El prototipo de molino harinero de viento de Antonio Parodi tenía como original característica estar equipado de doble fuerza motriz: por un lado un eje vertical en la cúpula al que se conectan un juego de ocho velas latinas (dibujadas como barcas en el plano) y por otro lado un eje horizontal al que se unen las típicas aspas. El molino tenía dos cuerpos, uno de mampostería con forma troncocónica y 3 plantas en su interior, y sobre éste otro cuerpo construido de madera, es decir, prácticamente dos molinos, cada uno con su asiento de piedra. El molino de madera, estaba asentado sobre dos plataformas circulares de madera de roble, una inferior, embutida en la pared de mampostería y con una canal en toda su circunferencia, y una plataforma superior con doce ruedas de bronce insertas que introducidas en la canal de la inferior permitía girar la cúpula de madera y el eje horizontal para orientarlo hacía donde era favorable el viento.
Memoria descriptiva del molino de Parodi. Archivo OEPM |
En Agosto de 1826 Antonio Parodi se asoció con el comerciante gaditano Bernardo Badel “para la construcción y fábrica de los molinos arineros (sic) de viento, los que se han de establecer en dicha Ciudad de Medina Sidonia y Villa de Paterna.” Sabemos que en Medina llegó a construirse este innovador molino de viento; ignoramos si en Paterna se concretó también al no constarnos documentos que lo acrediten. El 19 de Diciembre de 1827 se registró en Real Conservatorio “la cesión que ha hecho D. Antonio Parodi, vecino de Medina Sidonia, en favor de D. Bernardo Badel y D. Ángel Boconi, del comercio de Cádiz, de un molino arinero (sic) fabricado extramuros de aquella población”, un desistimiento que se había materializado el 13 de Octubre anterior.
No tenemos más referencias sobre el molino de
Parodi, ignoramos en qué lugar de Medina se edificó, ni por qué lo cedió a los
dos comerciantes gaditanos para su explotación.
En la edición de 14 de Julio de
1828 del Diario Mercantil de Cádiz[11]
aparece un anuncio sobre la venta de un
molino de viento en Medina Sidonia, ubicado en La Pedrera. Intuimos que podría
ser éste el lugar de construcción del singular molino. Aún hoy día se conservan en
La Pedrera las torres troncocónicas de tres molinos de viento. El rico archivo
municipal de Medina a buen seguro que conserva documentación sobre este pionero
proyecto y sobre la implantación de molinos de viento en la población.
Diario Mercantil de
Cádiz. Lunes 14 de Julio
de 1828. |
Como se prevenía en la ley la licencia de la patente era otorgada por un periodo de 10 años, después del cual cualquier persona podía hacer uso del invento o tecnología sin consentimiento del titular ni contraprestación económica. Así el Ministerio de Comercio publicaba en su Boletín la prescripción de la patente del molino de Parodi en 1836[12]:
Boletín Oficial del Ministerio de Comercio, Instrucción y Obras Públicas . 1836 |
Los
molinos de viento de Medina Sidonia
Existe
en el Archivo Cartográfico del Ejército[13]
un precioso mapa del siglo XIX a escala 1/20.000, que aunque firmado por el
mariscal de campo Joaquín Zayas de la Vega (1813-1885), sus rótulos,
descripción y toponimia están escritos en francés. Es un mapa que representa el
espacio comprendido entre las vertientes opuestas que enmarcan el camino de
Vejer a Medina Sidonia. En el mapa aparece al Este del casco urbano y del
castillo de Medina un “moulin a vent”,
a una cota de 120 m.s.n.m. en el mismo lugar donde actualmente se conservan los
3 molinos de La Pedrera. Sospechamos que dicho mapa es copia de otro de una
serie de levantamientos cartográficos realizados por ingenieros militares
franceses durante la Guerra de la Independencia[14] que
se conservan en el Dépôt de la Guerre
del Service Historique de la Défense en
el Castillo de Vincennes de Francia. Concretamente de un mapa con el mismo
título Levé à vue de la route de Vejer à
Medina-Sidonia, par le capitaine Reveu, fechado en 1826[15],
aunque pensamos que es coetáneo a la ocupación de la comarca por los franceses
entre 1810 y 1812. Creemos por tanto que Medina ya contaba con un molino de
viento a principios del siglo XIX en La Pedrera, anterior al prototipo
construido por Parodi y Badel en 1826.
Detalle del mapa francés donde aparece ubicado el Molino de Viento en la Pedrera. |
Dominando el camino de entrada hacia el castillo de Medina Sidonia, próximo y frente a la iglesia y las ruinas de la villa vieja, se encuentra una torre cilíndrica de mampostería bastante deteriorada que por su forma y ubicación en la zona más elevada de la población pensamos se trata de un molino de viento. ¿Será ésta la construcción de Parodi y Badel?
Restos del molino de viento en el cerro del Castillo |
Más datos sobre los molinos instalados en Medina durante el siglo XIX nos los proporciona el Boletín Oficial de la Provincia de Cádiz. Así el Juez de 1ª Instancia del Distrito de Santa Cruz de Cádiz el 3 de Agosto de 1846 dictaba una providencia por la que sacaba a pública subasta “un molino de viento con sus habitaciones y demás anexos en el cerro que da vista al Camino de los Molinos, apreciado en 59.968 rs. vn.[16]” Sin embargo el molino fue sacado nuevamente a pública subasta el 20 de Noviembre de dicho año siendo retasado en 39.734 rs. vn.[17]
Por la matricula general de la contribución
industrial y del comercio formada por el ayuntamiento de Medina en 1852 sabemos
que en la ciudad en dicho año había tres molinos, dos propiedad de Pedro Coneza
y otro de Salvador Ros[18].
Unos años más tarde en el Nomenclátor de
los Pueblos de España de 1858 consta un caserío con 6 habitantes en el
Cerro del Molino de Viento en el que hay dos molinos[19].
Una década después el molino de Salvador Ros
está en manos de Isidoro García y Jiménez, aunque por una deuda de 1.724 ptas.
con el médico-cirujano municipal Antonio Rubio y Pimpinela salió a pública
subasta para remate al mejor postor el 11 de Octubre de 1871, valorado todo en
5.549,96 ptas.:
“molino
harinero de viento con
sus enseres, casas adjuntas y cercado, que todo ocupa dos fanegas de tierra,
y está situado en el cerro del Molino de Viento inmediato al sitio de la
Pedreta, de este término, lindando por el Norte con los ejidos de esta ciudad; por Sur y Oeste
con el camino de los Molinos, y por el Este con otro molino de viento y cercado
de los herederos de Pedro Conesa[20]”
Aunque el molino de Salvador Ros sería
nuevamente sacado a pública subasta el 9
de Enero de 1872 retasado en 5.495 ptas.[21]
Molino de viento de La Pedrera en Medina Sidonia. IAPH. Agustín Coca.1992 |
Exterior e interior de molino de La Pedrera. Medina Sidonia. IAPH. Agustín Coca.1992 |
Molino de viento de La Pedrera. Medina Sidonia. IAPH. Agustín Coca.1992 |
Los molinos de viento de Paterna de Rivera
En nuestro pueblo, además del proyecto de
Parodi y Badel, hubo un intento en 1836 de establecer un molino de viento por
parte de Manuel Lozano, quién había solicitado al ayuntamiento permiso para su
construcción. Para llevarlo a cabo Lozano precisaba disponer de dos suertes de
tierra de propios que habría que despojar a sus dueños, lo que creó un
conflicto. Años más tarde surgiría, por
el mismo motivo, el dilema de disponer
de parte de esas suertes de propios para instalar otros molinos.
Suponemos
que el lugar elegido a propósito para
construir el molino era el Cerro de la Villa, emplazado a 155 m.s.n.m. y
próximo al núcleo urbano, formado
entonces por 5 suertes de propios de 6 y 7 fanegas. Esta fue la propuesta que
se trató en la Diputación de Cádiz:
“60. En presencia del expediente remitido a
consulta por el Sr. Gobernador Civil, relativo a la formación de un molino de
viento en la villa de Paterna a espensas de un particular, con ciertas
condiciones, i de los informes dados a la Diputación por el Ayuntamiento de
aquella villa i contaduría principal de propios, acordó decir a aquella autoridad,
con inclusión de todo el espediente, que encuentra mui útil el proyecto; pero
no justo el que se despoje a los poseedores de las dos suertes de tierra que
para el establecimiento del molino solicita D. Manuel Lozano: que el gobierno
podrá hacerlo como materia de utilidad pública; más será siempre indemnizando a
aquellos debidamente: que en este caso parece reducida la cuestión a saber
quien deba hacer la indemnización; i que no siendo de inferir como propone la
contaduría, que se allanen a dejar sus tierras sin que se les den otras, parece
a la Diputación que Lozano es quien debe indemnizar a aquellos, caso de
obligárseles a dejar sus terrenos, i que si esto lo hace desistir de su
empresa, entonces deberá el ayuntamiento proponer el modo i arbitrio para hacer
la compensación, puesto que el pueblo de Paterna ha de reportar la utilidad[22]”.
En Agosto de 1851 la vecina de Chiclana de la
Frontera se dirige al ayuntamiento de
Paterna solicitando “un terreno
suficiente para construir un molino de viento en la cuarta suerte a la
izquierda de camino de Medina, pago denominado Cerro de la Villa[23].”
Un mes después, Lorenzo Terán de la Torre
pide permiso al ayuntamiento para ceder una aranzada de terrenos en la
suerte de propios número 6 que posee en
el Cerro de la Villa a favor de María Sánchez del Corro para construir al
molino de viento. La corporación accede a la petición de Terán advirtiéndole que será de su cuenta el pago
del canon de toda la suerte entendiéndose con María Sánchez sobre el pago que
le corresponda por el terreno cedido[24].
Otro promotor, Juan Gallo Señudo propondría al
ayuntamiento se midiesen las suertes de propios del Cerro de la Villa, que
excedían de las 4 aranzadas reglamentarias, y el exceso se le concediese para
edificar un molino de viento, pagando el canon correspondiente al fondo de
propios[25]. En la misma sesión capitular se vio un
memorial de Francisco Macías Sánchez en el que hacía presente haber cedido a
Juan Gallo una aranzada de tierra de la suerte número 4 que poseía de los
propios en el Pago del Cerro de la Villa
para construir un molino de viento. La corporación accedió a ello en las mismas
condiciones que el permiso dado a Terán de la Torre[26].
Sabemos que uno de los dos promotores llegó a
construir su molino de viento. Así encontramos que en el nomenclátor de 1853
aparece la Calle del Molino de Viento[27],
en singular. La misma calle seguirá nombrándose con la misma denominación, “del Molino de Viento”, hasta 1859, en
que comienza a aparecer como “Calle de
los Molinos de Viento”, refiriéndose por tanto a más de un molino. Hay que aclarar que esta denominación se
corresponde con la actual Calle Molinos del callejero de Paterna, que entonces
no existía. La calle de los Molinos era la actual calle Alta, denominación que
fue cambiada en 11 de Julio de 1864[28] y
se ha mantenido hasta hoy.
Calle Alta, antigua de los Molino de Viento (1853 a 1864) |
Sería Juan Gallo Señudo quién iniciaría en
1851 y llevaría a término la construcción del molino de viento. En 1858
encontramos referencia a este molino al exponerse en sesión capitular del 7 de
Agosto un:
“Memorial de Francisco Macías Sánchez y María de Cote, legítimos
consortes de esta vecindad haciendo presente haber traspasado en favor de Diego
Díaz García, labrador, la suerte de 3 aranzadas que poseía en el Pago del Cerro
de la Villa designada con el número 4 lindera con otra aranzada que nombran del
Molino de Viento perteneciente a Juan Gallo Señudo a quién corresponde el servicio
de entrada y salida para dicho molino con el cargo de empedrar el hoyo y la
entrada y la salida y satisfacer al fondo de propios el canon anual de 15 r.v.
y el nuevo poseedor 45 r.v.”
Dos fueron los molinos de viento erigidos en
el Cerro de la Villa, hoy conocido también como Cerro de los Molinos, aunque no
sabemos quién edificó el otro, si también fue promovido por Gallo Sañudo u otra
persona. En el deslinde del término de Medina Sidonia con el de Paterna[29] realizado
en 1872 se nombran los molinos de viento de nuestro pueblo en la descripción de
los mojones números 9º, 10º, 11º, 12º, 14º, 15º, 17º, 19º, 21º, 23º, 24º, 25º,
30º y 31º, que define la línea divisoria de ambos municipios.
Mojón 19º. Está situado (el mojón) en la citada ladera, a la
izquierda de los molinos de viento y en la linde común a las fincas de los herederos
de D. Manuel Sánchez y a la de Don Bernardo Torrejón
Mojón 21º. Desde este mojón se ven las torres de Medina y de
Paterna, la casa de la Catalana, y uno de los molinos de viento de Paterna.
No nos constan más noticias de los molinos de
viento de Paterna, ignoramos quienes fueron sus dueños, cuánto tiempo estuvieron
en funcionamiento o cuándo desaparecieron materialmente. Al contrario que en
los pueblos vecinos, ni siquiera se preservaron mínimos vestigios de las
fuertes y características torres cilíndricas que pudiesen testimoniar su
ubicación exacta. En Paterna fue costumbre reutilizar los materiales de
edificios y construcciones abandonadas o en ruinas, como ocurrió con el
balneario Fuente Santa. Sí quedaron testimonios de estos molinos en mapas y
trabajos topográficos en que quedaron representados, en la toponimia y en el
nomenclátor de Paterna.
Detalle PlanimetrÍa de Paterna de Rivera 1874. IGN |
Detalle mapa topográfico Paterna de Rivera 1917. (Minuta MTN50-1062-. IGN) |
Detalle mapa topográfico de Paterna1917. Edición impresa (IGN. MTN50-1062) |
En Cádiz, los vientos dominantes son el
Levante y el Poniente. El Levante produce vientos medios sostenidos de 50 km/h.
y rachas superiores a los 100 km/h. Este régimen de vientos ha propiciado la
instalación de 73 parques eólicos en la
provincia que generan la cuarta parte de la producción andaluza, unos 1.400
megavatios, superior a la potencia generada por cualquiera de las centrales
nucleares españolas[30].
En torno al término municipal de Paterna se han instalado varios parques
eólicos concretamente en Alcalá de los Gazules, Medina Sidonia y Jerez de la
Frontera, que ha modificado sustancialmente el paisaje de la comarca.
Atrás quedaron las románticas e icónicas imágenes
de estos extraordinarios ingenios mecánicos con sus típicas velas girando a
tenor del viento. Hoy esos viejos molinos de viento que dominaban cerros y
alturas, desnudos de sus elementos más característicos (techumbre cónica, palos
y velas) y apenas reconocibles, pasan desapercibidos víctimas de la desidia y
el olvido.
Al menos subsisten en buen estado de
conservación las torres de los molinos de La Pedrera en Medina Sidonia, no así
el molino del Cerro del Castillo en un
estado de degradación alarmante debido a su abandono, o el de Alcalá de los
Gazules que al menos conserva la torre
en su totalidad pero si no se actúa sobre él sufrirá el mismo destino. Un
patrimonio preindustrial y cultural de nuestra comarca que se hace necesario
estudiar y dar a conocer, detener su degradación y acometer su restauración y conservación.
[2] Ibídem.
Pág. 156
[3] BENADY, T.: «La bibliografía del
Gibraltar musulmán», Almoraima 9, Revista de
Estudios Campogibraltareños. 1993. Pág. 139. Citando a
Pascual Gayangos en The history of
the Mohammedan dynasties in Spain of Al-Makkarí. Londres 1843. Tomo II.
Págs. 314-315.
[4] CARO BAROJA, J.: “Disertación sobre los molinos de viento”. Tecnología Popular Española. Pág. 146
[5] ROJAS-SOLA, J. I.
y AMEZCUA-OGAYAR, J. M.: Origen y expansión de los
molinos de viento en España.
INCI [online]. 2005, vol.30, n.6 [citado 2020-11-21], pp. 7-14.
Disponible en:
<http://ve.scielo.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0378-18442005000600004&lng=es&nrm=iso>.
[6] ALMAGRO MONTES DE OCA, I.: Pinceladas
de Historia: Sobre el molino de San Antonio. Blog Historia
de Alcalá de los Gazules. Disponible en: http://historiadealcaladelosgazules.blogspot.com/2014/08/pinceladas-de-historia-xi-sobre-el.html
[7] Ministerio de Industria, Turismo y Comercio. Oficina Española de Patentes y Marcas. Archivo Histórico. Expediente nº 2.
[8] Exposición y Catálogo «200 años de Patentes.
Sainz González, P. (Coord.). Oficina
Española de Patentes y Marcas, 2011
[9]
Amezcua-Ogáyar, J. M.: Estudio histórico-tecnológico de los molinos de viento
del campo de Níjar : aplicación al estudio en detalle y reconstrucción gráfica
del Molino del Collado, 2003. Págs. 92-111
[10] Sáiz, P.: Base de datos de
solicitudes de privilegios. España 1826-1878, OEPM-UAM, Madrid 2000, http://historico.oepm.es".
[11] Diario Mercantil
de Cádiz.
Lunes 14 de Julio de 1828. Pág. 4
[12] Boletín Oficial del Ministerio de Comercio,
Instrucción y Obras ..., Volumen 2. Ministerio de Comercio, Instrucción y Obras
Públicas. M. Rivadeneyra. Madrid. 1848. Pág. 339.
[13] Levé á vue de la route de Vejer a
Medina Sidonia, royaume de Seville, fesant partie de la route de Carmona a Vejer / Joaqn. Zayas de la Vega. Archivo Cartográfico de Estudios Geográficos del
Centro Geográfico del Ejército. Colección: PCGE Ubicación: AR. Signatura: SGE -
Ar.M-T.6-C.33-847
[14] Sabemos que el coronel de
Ingenieros Francisco Coello de Portugal, reunió toda la cartografía española
que pudo encontrar, e hizo copiar todos los mapas de España, sus regiones,
provincias, pueblos y caminos existentes en el Depósito de la Guerra de París y
levantados por oficiales franceses en las dos guerras y que forman parte
actualmente del Archivo Cartográfico del Centro Geográfico del Ejército.
Igualmente sabemos que Joaquín Zayas en 1851 viajó a París para estudiar la
organización del Depósito de la Guerra francés donde pudo encargar o adquirir
una copia de este mapa.
[15] Existe en dicho Dépôt
de la Guerre (Sous-série 1M: Mémoires et reconnaissances du dépôt
de la Guerre) otro documento más
detallado, una memoria, sobre este mismo camino «Mémoire sur la
reconnaissance de la route de Vejer à Medina-Sidonia..., » par Reveu, capitaine
d'état-major, 1827 (38 pages, itinéraire et tableau statistique).
[16] BOP Cádiz Nº 98. Sábado
15 de Agosto de 1846. Pág. 3
[17] BOP Cádiz Nº 146. Sábado
5 de Diciembre de 1846. Pág. 4
[18] BOP Cádiz Nº 71.
Lunes 14 de Junio de 1852. Pág. 15
[19] Nomenclátor de los Pueblos de España, formado por la Comisión de Estadística General del Reino. Madrid, Imprenta Nacional, 1858. Pág. 194
[20] BOP Cádiz Nº 246. Jueves
19 de Octubre de 1871. Pág. 3
[21] BOP Cádiz Nº 10. Sábado
13 de Enero de 1872. Pág. 4
[22] Actas Pleno Diputación
de Cádiz. 18 de Julio de 1836. Págs. 207-208. Archivo Diputación Provincial de
Cádiz
[23] Archivo Municipal
de Paterna de Rivera. Acta Capitular 18 de Agosto de 1851
[24] Archivo Municipal de Paterna de Rivera. Acta Capitular 13 de
Septiembre de 1851
[25] Archivo Municipal de Paterna de Rivera. Acta Capitular 13 de
Septiembre de 1851
[26] Archivo Municipal de Paterna de Rivera. Acta Capitular 13 de
Septiembre de 1851
[27] Archivo Municipal de Paterna de Rivera. Acta Capitular 22 de
Octubre de 1853. Se concedió a Francisco Moreno Saavedra un solar de 8 varas de
luz y el fondo que corresponda en la Calle del Molino de Viento para edificar
una casa de tejas lindando con la de José Pérez y Manuel Campos.
[28] Archivo Municipal de Paterna de Rivera. Acta Capitular 11 de Julio
de 1874
[29] Deslinde de término
de Medina Sidonia con su parte común con el de Paterna de Rivera (año 1872).
Instituto Geográfico Nacional. Acta de Deslinde nº 86828 de Medina Sidonia
(11023), Paterna de Rivera (11025). Firmas:1872
[30] Inaugurado un nuevo parque eólico
en la provincia de Cádiz. Portal de Cádiz- 20/02/2020. Jesús M. López. Disponible en:
https://www.portaldecadiz.com/provinciacadiz/47689-inaugurado-un-nuevo-parque-eolico-en-la-provincia-de-cadiz
Interesante, detallada y documentada entrada; me ha entusiasmado por lo que de relación tiene con los molinos, algunos tristemente desaparecidos, de Conil de la Frontera. Te sigo con mucho interés. Salud.
ResponderEliminarGracias Rafael por tus comentarios, celebro que el artículo sea de tu interés y me alegro tener de nuevo noticias tuyas. Afortunadamente en Conil y Vejer se han conservado un importante número de ejemplares de estos extraordinarios ingenios que hoy forman parte del patrimonio cultural y etnográfico de dichas ciudades. En la Janda interior, quizás por el escaso número de molinos de viento documentados, el desconocimiento y olvido histórico de los mismos, o el deplorable estado en que algunos se encuentran, no han sido objeto de interés y reconocimiento, y corren el riesgo de sufrir la misma suerte que los molinos de Paterna, su desaparición.
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