domingo, 29 de septiembre de 2013

Sepultura megalítica del Cortijo "Las Alcobainas"

Artículo publicado en la Revista "El Alcaucil" Nº 47. Noviembre de 2008. Paterna de Rivera
 
 
Aunque Paterna de Rivera tiene un corto término municipal, su área de influencia se extiende a una amplia zona a su alrededor que abarca parte de los términos municipales de Alcalá de los Gazules, Medina Sidonia, Jerez de la Frontera y, desde 1996, San José del Valle. Y es que la historia de un pueblo no puede constreñirse ni supeditarse a límites jurisdiccionales o administrativos, sobre todo si son impuestos injustamente.
 
En los últimos años se han descubierto numerosos yacimientos prehistóricos en la cuenca del río Guadalete-Majaceite, donde se asentaron grupos humanos desde el Paleolítico Inferior1, en algunos de los cuales aparecen restos fósiles de los animales que cazaban. Por otro lado la cuenca del río Barbate y la depresión de la laguna de la Janda fueron importantes enclaves del paleolítico inferior y medio2.  Estos asentamientos al parecer tienen su origen en el tránsito de grupos humanos desde el Norte de África a través del Estrecho de Gibraltar.
 
Nuestro entorno, entre ambas cuencas, debió ser recorrido por los homínidos de esas culturas en busca de caza y recolección de productos naturales como frutos silvestres, raíces,  huevos, semillas, etc.
En el Neolítico (6.500- 2.800 a.C.) el hombre deja de depender exclusivamente de la caza y la recolección y comienza a producir alimentos, a domesticar animales, fabricar cerámica, tejidos, cestería, etc., y surge el uso de la piedra pulimentada. Se pasa de una economía depredadora a otra de producción, haciéndose el hombre sedentario, lo que provocó un aumento de la población. Es la llamada “Revolución Neolítica”, que en la península ibérica  tuvo uno de sus focos originarios en la sierra de Cádiz, donde se datan los restos neolíticos más antiguos, en torno a 5.500 años a.C.3
Hacha pulimentada de Casa Uría
Poco a poco se va abandonando el hábitat en cuevas y comienzan a aparecer los primeros poblados al aire libre en la campiña, en zonas cercanas a los ríos. El poblamiento en estos lugares con tierras más aptas para el cultivo se intensifica, como se refleja  en el entorno del  Guadalete donde  se localizan importantes asentamientos que cubren un marco cronológico desde el Neolítico hasta el Bronce Final.
La privilegiada situación geográfica de Paterna (en el centro de la provincia, entre la costa y la sierra por un lado, y entre las cuencas del río Guadelete, con su afluente el Salado de Paterna y la del río Barbate con su afluente el Álamo por otro) y las condiciones naturales que ofrecía su entorno (abundantes recursos cinegéticos y agrícolas, numerosos manantiales de agua dulce y medicinales, depósitos de sal por afloraciones salobres, etc.), favorecieron el asentamiento de grupos humanos al menos desde el Neolítico, que se harán más patentes con el aumento demográfico en el Calcolítico, como lo atestiguan los abundantes hallazgos superficiales de hachas líticas pulimentadas en sus campos (Loma del Vicario, Arroyo Hierro y Amarguillo, Casa Uria, Gigonza, etc.).4
 

Sepultura Megalítica del Cortijo “Las Alcobainas”

 
            En el otoño de 1955 durante las labores de arado en el Cortijo de “Las Alcobainas”, situado en el término municipal de Jerez, lindando con el de Paterna, se produce un importante hallazgo arqueológico. Unos campesinos descubren una sepultura megalítica en cuyo interior se localizan restos óseos humanos, numerosos utensilios de piedra, algunos fragmentos de objetos de cobre o bronce y dos vasijas de barro cocido muy bastas.
 
Cortijo "Las Alcobainas" al oeste de Paterna
            Enterado el Arquitecto Municipal de Jerez de la Frontera, Manuel Esteve Guerrero,  se persona con Antonio Orellana Pérez, propietario de la finca, en el  lugar del hallazgo. Aunque la tumba fue tapada de nuevo por los campesinos, Esteve se informa de las circunstancias del descubrimiento, las características de la sepultura, el material arqueológico encontrado en la misma y el destino que corrió.
 
            Al parecer, la sepultura estaba construida con grandes losas de piedra colocadas verticalmente, formando las paredes, y otras dispuestas de plano, cerrándola... La mayor parte de dichos objetos fueron rotos por los ocasionales descubridores, más, hechas las gestiones oportunas, pudieron recuperarse algunos que se encontraban en poder de los campesinos, pero no las vasijas que, como decimos fueron destruidas.5
 
            Los objetos que pudo recuperar Esteve Guerrero y que posteriormente fueron depositados en la Colección Arqueológica Municipal de Jerez fueron:
 
  • un hacha de piedra pulimentada
  • cuatro fragmentos de cuchillos de silex
  • un raspador
  • tres fragmentos de un utensilio de bronce o cobre, en los que se distinguen dos estrías a lo largo, paralelas y un fragmento de otro objeto del mismo metal que, como aquellos, Esteve ignoraba cual fuera su uso o empleo y de igual modo con dos estrías a lo largo, paralelas y con dos orificios en uno de los extremos.
 
Estos objetos se encuentran depositados hoy en día en el Museo Arqueológico de Jerez de la Frontera, estando expuestos en una vitrina los fragmentos de bronce que ignoraba Esteve a que objeto podía pertenecer, y que no eran otra cosa que una espada de lengua de carpa.
 
Aunque no se excavó el yacimiento ni posteriormente se han realizado prospecciones arqueológicas en la zona, Manuel Esteve catalogó el hallazgo como un dolmen del Bronce Final (1200-750):
 
"Estimamos que se trata de  una sepultura de tipo megalítico de comienzos de la Edad del Bronce Mediterráneo, y que si se procede a su excavación, cosa a la que se halla dispuesta el dueño de la finca, al disponer entonces de más elementos de juicio y por el material que se proporcione, podremos juzgar mejor y sospechamos que hasta es probable que si se busca por aquellos contornos se hallen otras sepulturas, pues el nombre de la finca  -“Las Alcobainas”- tal vez sea un derivado local del vocablo árabe “alcoba”, es decir: “la cúpula”, “la alcoba”, “la boveda”, etcétera, que pudiera aludir a alguna construcción allí existente en la antigüedad."  
 
            Estos monumentos megalíticos se utilizaron para enterramientos colectivos y su construcción requirió del trabajo de numerosos individuos asentados en importantes zonas agrícolas y que se organizaban en complejas  estructuras sociales jerarquizadas.
 
La sepultura megalítica de Las Alcobainas nos indica la existencia de un poblado de cierta  entidad que estaría localizado en una de las pequeñas elevaciones en las proximidades del Arroyo Salado de Paterna6, afluente que desemboca a pocos kilómetros en el Guadalete, junto a Torrecera.7 
 
            Esta zona donde se produjo el hallazgo, a unos 2 Km. al Noroeste de Paterna,  es un enclave arqueológico de gran interés  pues se evidencian asentamientos de época romana así como también de numerosas aldeas musulmanas. Esteve ya advertía la existencia de restos romanos en un cerro próximo al enterramiento (una piedra de molino y fragmentos de tégulas en superficie),  así como la localización en las cercanías del tramo del acueducto de Tempul a su paso por el cortijo de “Los Arquillos”.
 
 
  1. Paleolítico Inferior (600.000-125.000): en Berlanga con una edad aproximada de 700.000 años. Paleolítico Medio (125.000-40.000): en Las Arenosas, en las cercanías del San José del Valle, Torrecera-Dehesa Boyal, Dehesa del Torno, Majarromaque y Garrapilos, Junta de los Rios. Paleolítico Superior (40.000-7.000): Las Arenosas. PEREZ CEBADA, J.D.: San José del Valle: de desierto a colonia agrícola. Cádiz. 1998.
2.       Yacimientos del Paleolítico Medio registrados en los alrededores de la Laguna de la Janda, junto a la Venta de la Pasada de Gibraltar, en la base de la cueva del Tesoro, al este del  Tajo de las Figuras; Pinturas rupestres del Paleolítico Superior en numerosas oquedades y abrigos junto a la laguna de la Janda.
3.       Cueva de Dehesilla de Algar Cuevas del Parralejo y Picado (San José del Valle), Cueva de la Veredilla (Benaocaz) (Historia Jerez, San José del Valle)
4.       Ramos Marcos. Paterna de Rivera
5.       Esteve Guerrero, Manuel: “Mediterráneo. Jerez de la Frontera (Cádiz). Cortijo de Las Alcobainas''. Noticiario Arqueológico Hispánico, nº V, 1956-1961. Madrid. 1962, Págs 263-264)
6.       En el siglo XV existía en este lugar una laguna y un molino en el  Salado
7.       Yacimientos del Calcolíticos se localizan en lugares relativamente cercanos: Gravera de Torrecera, Cortijo del Torno, Spínola, Cortijo de la Florida.



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