Artículo publicado en la Revista "El Alcaucil" nº 39. Septiembre 2004. Paterna de Rivera (Cádiz)
La calamitosa situación que desde muchos años padecían los jornaleros de
Paterna vino a agudizarse en la primavera de 1935 ante el pavoroso problema del
paro: los paterneros pasaron hambre. Relatamos aquí los hechos recogidos por el
diario conservador “La Información ” de Cádiz,
y la campaña iniciada en la capital para socorrer a las familias de los
obreros. Destacó la figura de D. Elías
Ahuja, el generoso filántropo siempre recordado por nuestros mayores y que
tanto hizo por Paterna y sus vecinos en tan angustiosos días.
Paterna, un pueblo de jornaleros
Entrado el siglo XX, la práctica
totalidad de la masa obrera de Paterna, como pueblo agrícola que era desde su
fundación, trabajaba en las labores propias del campo; solo una minoría de
pequeños propietarios cultivaban sus propias fincas. La reducida extensión del
término municipal de Paterna hacía imposible emplear a todos sus jornaleros,
obligando a la abundante mano de obra existente a buscar trabajo en los
términos colindantes, con la conflictividad que ello acarreaba con los obreros
de dichos municipios, donde se concentraban grandes latifundios en los que
extensas superficies de tierra no eran cultivadas. La mayor parte de los labores agrícolas se
concentraban en unos pocos meses del año -siembra y siega fundamentalmente-
dando lugar a largos periodos de desempleo en los que el obrero se buscaba la
vida como podía –espárragos, tagarninas, carbón, cacería, etc-, hecho que se
agravaba aún más durante los años de lluvias o sequía. Por otro lado, era
habitual que durante la siega los patronos contratasen mano de obra más barata
de otras provincias que desplazaban a los jornaleros locales. Todo ello
aumentaba la precariedad laboral (bajos sueldos, trabajo de sol a sol, etc.) y
daba lugar a que los jornaleros viviesen en unas condiciones de vida
infrahumanas: miserables vivienda, alimentación insuficiente, frecuentes
enfermedades, falta de vestimentas y calzado, analfabetismo, etc.
Ante el desamparo en que
habitualmente quedaban las familias
paterneras cada año, el ayuntamiento se veía obligado a socorrerlas con
los escasos recursos con que contaba, bien emprendiendo obras públicas, lo que
no daba para mucho, bien, cuando la situación empeoraba, dando socorros de pan;
y, en último extremo, haciendo impopulares derramas recaudatorias entre los
contribuyentes más pudientes.
La
calamidad, como consecuencia de la falta de trabajo, fue una constante durante
los siglo XIX y XX entre la población de
Paterna siendo un problema que los gobernantes locales afrontaban con
impotencia y desesperación ante la precariedad económica de las arcas
municipales y la cortedad de un término municipal, insuficiente para absorber
tanta mano de obra.
Esto hizo que en Paterna floreciese
un importante y reivindicativo movimiento obrero anarco-sindicalista que tuvo
su origen en la Revolución de 1868, tras las visitas propagandísticas de Fermín
Salvochea a nuestro pueblo, donde rápidamente arraigaron sus ideales
revolucionarios y movilizó a los
partidarios más adeptos.
Las esperanzas de la II República
La llegada de la II República el 14 de
Abril de 1931, supuso grandes esperanzas para la mayor parte de la población
española, sobre todo para la masa trabajadora que esperaba mejorar sus penosas condiciones
laborales, sociales y económicas. Pronto se emprendió una legislación
reformista decretándose en las primeras semanas de gobierno una serie de leyes
(Ley de Términos Municipales, Ley de Laboreo Forzoso, creación de Jurados
Mixtos) encaminadas a mejorar el escenario laboral en el campo.
Sin embargo las ilusiones puestas en
la República se desmoronaron rápidamente, las medidas emprendidas no surtían
efecto y los jornaleros se desesperaban. El panorama del paro obrero era
alarmante dándose en estos años cotas de desempleo nunca vistas dada la crisis
económica mundial que se arrastraba desde el crack de 1929.
La legislación progresista de la
República, que dio al trabajador mayor protagonismo, trajo consigo una reactivación del movimiento
obrero. Los trabajadores, agrupados en
torno a los sindicatos, llevarán a cabo una reivindicativa lucha por las
mejoras laborales, lo que condujo a una mayor conflictividad social y riesgo de
altercados públicos.
En Paterna la mayoría de los trabajadores se agruparon en torno a dos
grupos anarquistas: el faista “Libre Examen”, más radical, con unos 10
miembros, y la cenetista “Asociación Campesina Cultural”, que en junio de 1931 contaba con 500 afiliados.
La
situación empeoró con la llegada al gobierno de los partidos derechistas tras
las elecciones del 19 de Noviembre de 1933, que llevaron a cabo una política
conservadora derogando la mayor parte de las leyes reformistas del bienio
anterior, lo que provocó un agravamiento de las condiciones laborales y llevó a
un periodo de huelgas y movilizaciones.
Tras
los graves sucesos de Octubre de 1934 (insurrección obrera de Asturias), el
Gobierno derechista disuelve todos los ayuntamientos izquierdistas y nombra
gestoras con personas de matiz conservador. En Paterna el gobernador civil de
la provincia, D. Luis Armiñan Odriozola, nombrará el 9 de Octubre una gestora a
cuyo frente estará como alcalde Manuel Barroso Benítez. Así mismo clausurará en
la provincia todas las sedes de las asociaciones obreras y de partidos
políticos de izquierdas, y prohibirá los actos públicos, manifestaciones,
mítines, etc. En Paterna se clausuraron el partido Izquierda Republicana hasta
el mes de julio de 1935, y la cenetista Asociación Campesina Cultural, que
estuvo cerrada más de un año, hasta el 15 de Noviembre de 1935.
Manuel Barroso dimitiría a los
dos meses, el 28 de Diciembre, fundándose en los “muchos prejuicios que el cargo le ocasiona”. Dos
días después ocuparía el cargo Manuel Orihuela Ríos, pero el 16 de enero
de 1935 varios concejales piden su confirmación mediante votación, siendo
elegido por mayoría de votos otra vez Manuel Barroso Benítez, que permanecerá
hasta Octubre de dicho año. La gobernabilidad del pueblo durante 1935 fue
difícil para los munícipes ante la gran crisis obrera; solo se celebraron
sendos plenos capitulares en Marzo, Abril y Mayo de 1935, meses en que la
situación era más angustiosa, y quedaba patente los temores de altercados y
desordenes públicos.
La crisis de trabajo de 1935 en
Paterna
El año 1935 comenzaba en la
provincia de Cádiz con una tremenda crisis de trabajo. Paterna, por sus
peculiares circunstancias y características, acusaría más que ningún otro
pueblo la grave situación laboral que con los meses se transformaría en un
serio problema de subsistencia para el vecindario, llegando a tomar tintes de
verdadero dramatismo entrada la primavera: la miseria y el hambre se
apoderarían de nuestro pueblo.
El
27 de Marzo de 1935 el Ayuntamiento informaba por medio de un telegrama al
Gobernador Civil del “pavoroso paro
obrero que desde que se concluyeron las faenas de verano se hallan
completamente parados y hambrientos los 1000 obreros todos agrícolas que
existen en esta población debido principalmente a la escasísima extensión de
este término municipal”. (AMP. Libro Registro de Salidas nº orden 303). El
10 de Abril se le comunicaba al Delegado Provincial de Trabajo las cifras de
paro en Paterna: Paro total: 835, Paro parcial: 40, Trabajando:25. (AMP. Libro
Registro de Salidas nº orden 333).
Transcurrían los días y, sin
trabajo ni recursos con que socorrer a los trabajadores, la crisis obrera fue
agravándose de tal manera que algunos labradores propietarios del pueblo,
conmovidos por la situación de autentica calamidad de las familias paterneras,
hicieron donaciones de trigo y garbanzos para que pudiesen alimentarse. (AMP.
Libro Registro de Salidas nº orden 349). El 22 de Abril una comisión compuesta
por el alcalde Manuel Barroso Benítez, los concejales Francisco Téllez Sánchez
y Francisco Gallo de la Vega ,
D. Baltasar Díaz Coca, D. Francisco García y el secretario del ayuntamiento D.
Federico Villagrán y Galán, se trasladó a Cádiz a visitar al Gobernador Civil
para darle cuenta de la alarmante crisis. (Diario “LA INFORMACIÓN ”
27-Abril-1935). Para facilitar trabajo y socorros a las familias, el Gobernador
haría gestiones ante un rico filántropo gaditano que había hecho fortuna con
negocios en América: D. Elías Ahuja y Andría. Pero había pasado prácticamente
todo el mes de Abril y, no solo no se vislumbraba soluciones, sino que la cosa
empeoraba aún más.
La denuncia de un anónimo periodista
en el Diario “La
Información ” de Cádiz
Afortunadamente
para nuestros vecinos, a finales de Abril un periodista de Cádiz visitaba de
forma casual Paterna y en el poco tiempo que estuvo, tan solo una hora, se hizo
eco de la desolada situación de un pueblo al que la falta de trabajo le había
arrastrado al hambre. A tal punto quedó impresionado y conmovido dicho
periodista, cuyo nombre desgraciadamente ignoramos, que el 25 de Abril en el
Diario “La Información ”
de Cádiz, y bajo el pseudónimo “X”, en un artículo titulado “Paterna se
muere de hambre” denunciaba la espantosa calamidad y miseria de nuestro
pueblo y sus vecinos. (Diario “LA INFORMACIÓN”25-Abril-1935)
No
solo Paterna sufría las consecuencias del paro, muchos otros pueblos de la
provincia también supieron de calamidades, pero los más afectados en estos
meses fueron nuestro pueblo y Trebujena.
La triste realidad de un pueblo sin
trabajo
De la siguiente forma describía
un periodista de “La
Información ” el estado en que se encontraban nuestro pueblo
en la primavera de 1935 (Diario “LA INFORMACIÓN ” 4-MAYO-1935):
“... Paterna tiene unos 3.200 habitantes,
unos 800 vecinos, aproximadamente. Aquí todos son obreros, a excepción de un
pequeñísimo número de pegujaleros. Unos 57 propietarios, si así puede
denominarse a los que poseen un fanega de tierra. Uno de los orígenes, el
principal seguramente, de la crisis que
se atraviesa, es la pequeñez de nuestro término municipal, que empieza con la
primera casa y termina en la última del pueblo. En este pueblo no existe medio
de vida alguno: ni campo, ni industria, ni comercio, ni nada. Hace quince días
que no hay mercado. Los obreros de Paterna son 938 y de ellos 864 completamente
indigentes. Estos braceros nuestros, cuando trabajaban, y hace nueve meses que
no ganan ni un jornal, lo hacían en los campos de Jerez, Arcos, Alcalá y otros
pueblos próximos. Decimos cuando trabajaban, porque ahora ni en esos ni en
otros términos municipales estos campesinos encuentran ocupación. Así es que
son poquísimos los que pueden mantenerse. Somos nosotros –exclama el doctor
Morillo- y apenas podemos vivir con gran escasez. El municipio ha venido repartiendo diariamente unos trescientos
kilos de pan entre 170 0 180 familias, contando con algunos donativos recibido;
pero ya nos hemos quedado sin una sola peseta. Para que se den ustedes idea
–dice el alcalde y secretario- de la mísera forma en que se desenvuelve este
Ayuntamiento, hemos de decirles que única y exclusivamente tiene el ingreso que
proporciona el impuesto de consumo y éste no puede ser más pobre. Una muestra:
el presupuesto municipal es de 45.000 pesetas y al presente tenemos un déficit
de 18.000. Esta precaria situación hace que no se paguen sus sueldos ni de los
médicos ni al secretario.
Detalles emocionantes que revelan la
tragedia de este pueblo. No hay en España población tan pobre como Paterna
En este relato que la autoridad nos va
haciendo de los infortunios que el pueblo viene soportando resignadamente, se
habla de sucedidos que causan verdadero horror.
Un pobre campesino que después de un penoso y largo recorrido por el
campo llegó a encontrar una pequeña carga de leña, al transportarla, lleno de
contento a su casa, cayó desmayado en plena calle, agobiado bajo el peso de una
enorme debilidad. Otro vecino, cabeza de numerosa familia, que salió una mañana
con escopeta y solo dos cartuchos en busca de alguna caza que le permitiese
llevar alimento a los suyos no pudo regresar con la caza anhelada hasta
cuarenta y ocho horas después, tropezando entonces, para colmo de sus
desdichas, con que nadie quería ni podía adquirir el conejo con tantos
esfuerzos logrado. Por fin, el alcalde, compadecido, lo compró. Tan tristes
como éstos, nos contaron muchos otros casos.
Por
las noches, ante la amarga perspectiva de acostarse sin haber llevado el mas
pequeño bocado a la boca durante todo el día, los padres acuden a las casas en
busca de algo que les haga perder el involuntario ayuno; socorro que la mayor
parte de las veces no encuentran, porque aquellos a quienes acuden hállanse en
tan parecida situación de agobio como ellos. Y así un día y otro día y una
noche y otra noche, sin que este estado de desesperación parezca tener término.
Según
hemos dicho, el ayuntamiento vino repartiendo donativos de pan diariamente,
donativo que consistía en dos kilos y medio para las familias de seis o más
hijos, y de kilo y medio para las que tienen menor número. El espectáculo que
ofrecen los pequeñuelos comiendo ansiosamente en pan recibido, mientras los
padres solo se alimentan del placer de ver comer a sus hijos, es delos que
enternecen y ablandan los más duros corazones. Y esos padres que lo sacrifican
todo por sus hijos, se lanzan al campo a buscar por los alrededores alguna
persona que, menos desagraciada que ellos, pueda brindarles un pedazo de pan. Y
unas veces, tras largas caminatas, lo encuentran y otras no.
Estas
escenas y estos episodios se registran a diario en el sufrido pueblo de
Paterna.”
La ciudad de Cádiz se moviliza
La grave denuncia del anónimo
periodista y del Padre Barberá conmovió a los diferentes estamentos de la
sociedad gaditana por las vergonzosas noticias que llegaban de los dos pueblos,
poniéndose en marcha de forma espontánea una campaña para recabar fondos que
aliviasen la crítica situación de tantas familias de parados. Así la Federación de
Estudiantes Católicos organizó una
función benéfica extraordinaria a celebrar en el Gran Teatro Falla el jueves 2
de Mayo a las siete de la tarde con el mismo programa de actuaciones que la
dicha institución había llevado a cabo en el mes de Marzo. (Diario “LA INFORMACIÓN ”
28-Abril-1935). La función hubo de suspenderse el día 30 ante la imposibilidad
de que algunos de los artistas que tenían que tomar parte en el espectáculo,
pudiesen estar presentes dicho día por tener otros compromisos de trabajo.
(Diario “LA INFORMACIÓN ”
30-Abril-1935).
Así mismo se abrió una
suscripción popular para los trabajadores de Trebujena y Paterna, recibiendo el
diario “La Información ”
numerosos donativos en metálico, entre los que destacó por su cuantía el de
Ramón de Carranza que dio 1.000 Ptas. para los dos pueblos, no obstante hubo
humildes obreros que hicieron modestas aportaciones. (Diario “LA INFORMACIÓN ”
30-Abril-1935). Los pocos paterneros más desahogados económicamente también
hicieron sus donativos. (Diario “LA INFORMACIÓN ” 2-MAYO-1935):
Por otra
parte el 29 de Abril se reunió la
Junta de Protección a Menores bajo la presidencia del
Gobernador Civil, D. Luis Armiñan Odriozola, y a su propuesta se acordó
destinar 5.000 Ptas. a los hijos de los obreros de Paterna y Trebujena. Para
distribuir dicho dinero se nombró una comisión compuesta por el propio
gobernador, el secretario de la
Junta D. Andrés López Gálvez y el Inspector Provincial de
Sanidad D. Victoriano Lenzano, que visitarían ambos pueblos el día 2 de Mayo al
objeto de estudiar sobre el terreno la forma de llevar a cabo el reparto del
dinero. (Diario “LA
INFORMACIÓN ” 30-Abril-1935)
El día 2 de Mayo en el mismo
periódico el Padre Barberá agradecía la respuesta caritativa de la sociedad
gaditana hacia el pueblo de Paterna en un artículo titulado “Paterna sabrá
agradecer”. (Diario “LA INFORMACIÓN” 2-Mayo-1935)
La
Junta de Protección a Menores visita
Paterna
El Jueves 2 de Mayo la comitiva de la Junta de Protección
compuesta por López Gálvez y Lenzano, acompañada por un redactor de “La Información ”, haría la
visita acordada a Paterna para conocer de primera mano la realidad de sus
vecinos. A las 4 de la tarde eran recibidos por el alcalde D. Manuel Barroso,
el secretario D. Federico Villagrán, el médico titular D. José Morillo y D.
Julio Diez Romero, médico ya jubilado, que pondrán al tanto a la comitiva de la
angustiosa crisis que vivía el pueblo (Ver texto inserto más arriba en La triste realidad de un pueblo sin
trabajo).
Conocida la situación de la
población, los delegados de la comitiva exponen a las autoridades locales los
acuerdos adoptados en Cádiz por la Junta de Protección a Menores el día 29 de
Abril: aliviar primero el hambre de los niños evitando que se interrumpa la
distribución de pan que hasta el momento venía haciendo el Ayuntamiento y
posteriormente establecer con carácter permanente una cantina o comedor escolar
que subvencionaría la Junta. Mientras consideraron preciso montar una cocina
con útiles enviados desde Cádiz para ofrecer a los niños una o dos comidas
diarias, aunque con los fondos que pudiera aportar la Junta no se podría atender a
los 600 niños “hambrientos”, por lo que sería necesario recaudar fondos
en el pueblo entre los ricos, los casinos y los partidos políticos. Sin embargo
las autoridades locales advertirán a los delegados que en Paterna no había
ricos, que los casinos cerraron y que los partidos políticos no disponían de
medios. Ante tales circunstancias los comisionados ofrecieron enviar al día
siguiente por lo menos 1.000 Ptas. para dar el mismo socorro de pan que se
venía haciendo hasta que se instalase la cocina. Los alimentos se comprarían en
Cádiz y la comida sería servida por jóvenes de la localidad. La cantina estaría
regida por una Junta local compuesta por el alcalde Manuel Barroso como el
Presidente y los siguientes Vocales: los médicos D. Julio Díez y D. José
Morillo, el secretario del ayuntamiento D. Federico Villagrán, y los maestros
D.ª Alicia Fernández de la Mora
y D. Eduardo Moreno Careaga.; aunque el alcalde cedió la presidencia a D. Julio
Diez.
Pero la solución definitiva para
acabar con tan tremenda crisis era según el alcalde, los médicos y cuantas
personas hablaron con la comisión y el periodista, “agregar este
Ayuntamiento al pueblo de Jerez, como ya había estado en otra ocasión”.
Antes de abandonar Paterna, y
mientras las autoridades y delegados estaban reunidos en el Ayuntamiento, el
redactor de “La Información” fue a
visitar al cura, D. Manuel Barberá Saborido, seguido por una muchedumbre de
niños que creían que los visitantes les traían pan, zapatos y juguetes.
Por último se despedían las
autoridades y cura de la comitiva rogándoles diesen a conocer a los gaditanos
la triste miseria de los habitantes de Paterna y dirigiesen una súplica al
comercio gaditano para que enviasen alimentos con que socorrer siquiera a los
niños.
El ayuntamiento de Cádiz, haciéndose
eco del precario estado en que se hallaban
Paterna y Trebujena, sobre todo nuestro pueblo, trataron del asunto en
sesión capitular, solicitando el concejal Sr. Hervías cooperase a la
suscripción en especies para socorrerlos. (Diario “LA INFORMACIÓN ”
4-Mayo-1935)
En Cádiz mientras tanto, y
respondiendo a los llamamientos de la prensa y del Padre Barberá de acudir en
auxilio de ambos pueblos, se había iniciado una colecta. El día 4 de Mayo, damas y señoritas de la
burguesía gaditana (Conchita Alcina, Elisa Súnico, Mercedes Moreno Pirla,
Mercedes Lizaur, Juanela Baldazano y Sra. de Baldazano) recorrían domicilios
particulares, comercios y mercados pidiendo donativos y comestibles. Incluso la
mujer del Gobernador Civil D.ª Carmen Oliver se ofreció a acompañar estos
grupos de mujeres en su colecta. También se anunciaba la celebración de la
suspendida función benéfica en el Gran Teatro Falla para el 15 de Mayo. (Diario
“LA INFORMACIÓN ”
5-Mayo-1935)
El Obispo visita Paterna
El Domingo 5 de Mayo el Obispo de
Cádiz hacía una breve visita a nuestro pueblo acudiendo a la Iglesia , donde estuvo
orando en el sagrario ante la
Virgen de la Soledad. Después , acompañado del Padre Barberá,
del beneficiado de la iglesia y del antiguo párroco de la villa, Fernando
Ramírez de Orellana, recorrió a pie las calles de nuestro pueblo, “casi
solas” según el P. Barberá (téngase en cuenta la conflictividad entre
anarquistas y religiosos en Paterna en estas fechas). Poco después de partir el
Obispo era recibida en el Ayuntamiento una representación de mujeres de la
capital que venía a hacer entrega de los donativos, en especie y en metálico,
recogidos en Cádiz. Tras la entrega, el ayuntamiento obsequió a las visitantes “en el patio andaluz del
casino de la villa”, posteriormente asistieron a la iglesia, para terminar
la visita recorriendo las calles del pueblo acompañadas de las autoridades y el
vecindario (Diario “LA INFORMACIÓN ” 7 y 8-Mayo-1935).
El 7 de Mayo las postulantes, a las
que se sumó la esposa del Gobernador Civil, continuaron con su labor visitando
comercios y casa particulares. (Diario “LA INFORMACIÓN ”
8-Mayo-1935). Las damas gaditanas continuaron unos días más recogiendo gran
cantidad de donativos en especie que eran transportados hasta Paterna en un
camión de Sanidad, y también numerosos donativos en metálico. (Diario “LA INFORMACIÓN”11-Mayo-1935).
El día 10 D. Manuel Barberá en otro
publicado en “La
Información ” titulado “Paterna va respirando...”, daba
cuenta de la mejora de la situación de los obreros de nuestro pueblo gracias a
los donativos recibidos. Agradecía especialmente el cura al Diario
“La Información ”,
por ser el precursor de la campaña que puso a nuestro pueblo en primer plano de
actualidad en la provincia durante Abril y Mayo. Numerosas cartas había
recibido el P. Barberá de toda la geografía peninsular, destacando él, las de
los obreros sindicalistas cristianos de Madrid, y las de muchos sacerdotes que
con sus escritos enviaban algunas monedas. (Diario “LA INFORMACIÓN”12-Mayo-1935).
D. Elías Ahuja socorre a los
paterneros
El Gobernador Civil, Sr. Armiñán,
había manifestado a los periodistas que un filántropo gaditano haría una
importante donación, manteniendo, a petición del prócer, su anonimato y el
carácter de lo ofrecido; aunque todos sabían que no podía ser otra persona que
D. Elías Ahuja y Andría. El magnífico donativo iba a ser entregado en la tarde
del día 11 de Mayo por el propio Gobernador que acudiría para ello a Paterna.
A las tres de la tarde de dicho día
partía de Cádiz D. Luis Armiñán
acompañado de su secretario, Luis del Rosal, y de los dos periodistas que
hacían la información diaria en el Gobierno Civil. Antes de llegar a Paterna la
comitiva paró en Medina Sidonia, que se encontraba en fiestas, siendo recibido
por las autoridades locales que le aguardaban. Tras una breve visita partieron
hacia Paterna, donde el pueblo en masa esperaba en la Plaza y ante las puertas del
Ayuntamiento el alcalde, concejales, secretario, médicos y maestros. Sabía la
muchedumbre que un camión cargado de gran cantidad de comestibles precedía al
coche del gobernador y quién era tan generoso donante, a pesar de que D. Elías
puso el mayor empeño para que su nombre
permaneciese en secreto.
Llegado el camión se trasladó a unas
dependencias del Ayuntamiento donde se almacenó la carga: 450 Kg . de garbanzos en
paquetes de 5 Kg .,
450 de arroz, 450 de alubias, 450 de patatas, 85 de tocino, 48 latas de leche
condensada marca “El Niño”y un saco de almendras. Los comestibles se
repartirían entre las 179 familias más necesitadas y 15 viudas, teniendo en
cuenta el número de hijos menores de 14 años. A cada familia también se le
proporcionarían unos vales para pan –dos kilos y medio por persona- y aceite.
El donativo serviría para diez días, al cabo de los cuales, D. Elías
facilitaría otro de igual cantidad.
Al poco de llegar el Gobernador al
Ayuntamiento y ser recibido por la comitiva local, se acercó a saludarlo el
Padre Barberá y exponiéndole el sufrimiento que venía padeciendo el pueblo.
A las 5 y cuarto se procedió al
reparto del donativo, manifestando el gobernador a los hombres y mujeres que
venían con sus canastos y sacos a recoger los alimentos, que lo que iban a
recibir era obra del ilustre y generoso filántropo gaditano D. Elías Ahuja y
Andría, acción que a su juicio merecía la Gran Cruz de Beneficencia, por lo que podían los
vecinos proponer al ayuntamiento lo acordase en pleno para elevarlo posteriormente a su autoridad.
La primera autoridad provincial se
interesó por las dos escuelas de Paterna, girando una visita a las mismas. El
periodista de “La
Información ” califica la escuela de niños, a cuyo frente
estaba el maestro D. Eduardo Moreno Careaga y adonde asistían más de 90
alumnos, como un desván: “viejo, destartalado y sin cristales sus ventanales
es impropio para albergar a criaturitas que necesitan luz y alegría y que en un
mal local y si material pedagógico, no se puede vivir y mucho menos se puede
enseñar”. Pasan después a ver la escuela de niñas dirigida por D.ª Alicia
Fernández de la Mota
y Solórzano, una enorme habitación que anteriormente había servido de granero,
en parecidas condiciones a la de niños, donde estaban matriculadas 75 alumnas,
pero acudían muchas más, hermanas de aquellas que no podían quedar solas en casa
porque sus madres iban a lavar o buscar alimentos. El Sr. Armiñan prometió
hacer algunas gestiones para mejorar la educación de los niños de Paterna.
Después se dirigirán hacia la
iglesia, donde -relata el periodista- el Padre Barberá les mostrará “una valioso
cáliz y otros objetos de culto... unos lienzos de gran mérito y sobre todo nos
puso frente a la Patrona
de Paterna, la
Santísima Virgen dela Iniesta, traída al pueblo hace tres
siglos por el duque de Alcalá” –evidentemente el periodista no se informó
bien o se confundió-.
Concluida
la visita, el coche de la comitiva abandonaba Paterna a las 6 y media de la
tarde. (Diario “LA INFORMACIÓN” 12-Mayo-1935).
La función benéfica en el Gran Teatro
Falla el 15 de Mayo de 1935
Para el miércoles 15 de Mayo se
había organizado en Teatro Falla de la capital la función benéfica destinada a
ayudar a los parados de Paterna y Trebujena y que no pudo celebrarse el Jueves 2
de Mayo. La demanda de entradas para presenciar el espectáculo, tanto en la
capital como desde otras partes de la provincia, sobre todo San Fernando,
pronto casi agotaron las localidades disponibles. (Diario “LA INFORMACIÓN ”
14-Mayo-1935).
La función, que dio comienzo a las 7
de la tarde, llenó completamente el Teatro Falla, asistiendo entre otros, las
autoridades de Paterna (Manuel Barroso, Federico Villagrán, Julio Díez,
Francisco García y Manuel Díaz Gutierrez) y, a invitación del alcalde de la ciudad, los miembros del Congreso
Hispano-Franco-Marroquí que Transporte que esos días se estaba celebrando en
Cádiz,. El festival benéfico fue un completo éxito. (Diario “LA INFORMACIÓN”16-Mayo-1935).
El
Jueves 16 de Mayo, el Marqués de
la Eliseda, D. Francisco Moreno Herrera, Diputado a Cortes, remitió un escrito
al Ministro de Obras Públicas exponiéndole la angustiosa situación particular
de Paterna, haciéndola extensiva a la población de Trebujena, “seguramente
los dos pueblos de España que más hambre están pasando” y rogaba al
Gobierno que acudiese en socorro “pero urgentemente, sin dilaciones ni
trámites de ninguna índole”. Proponía obras públicas para Paterna:
carretera a Puerto Real, Cuartel de la Guardia Civil , escuelas .... “Allí está todo
por hacer; sin embargo allí la gente se muere de hambre por falta de trabajo.
¡horrible sarcasmo!. (Diario “LA INFORMACIÓN ” 22-Mayo-1935). El Marqués de la Eliseda era hijo del Conde
de los Andes, y yerno de los duques de Medinaceli. Monárquico independiente por
el Frente de Derechas, obtuvo el acta de diputado Cádiz en las elecciones
generales del 19 de Noviembre de 1933.
Programa de la función |
Nueva visita del Gobernador y D.
Elías Ahuja
El Jueves 23 de Mayo el
Gobernador Civil visitará de nuevo nuestro pueblo acompañado esta vez de D.
Elías Ahuja para ver la situación en que se hallaba la población. (AMP.
Registro de Entradas 22-Mayo-1935. Orden nº 445). Esta visita sería bastante
importante para Paterna, pues D. Elías, viendo que el panorama, a pesar de que
había mejorado algo, aún era espantoso, decidirá socorrer nuevamente con
comestibles, y lo más importante, emprender obras que empleasen a los numerosos
parados.
Unos
días después, el lunes 27 de Mayo, acompañado por un arquitecto Don Elías
volvería a nuestro pueblo. (Diario “LA INFORMACIÓN ” 29-Mayo-1935). Había ofrecido al
alcalde y al Gobernador Civil la construcción a su costa de un edificio en el
lugar que ocupaba el Mercado de Abastos –propuesto por él mismo-, donde
establecer escuelas públicas modernas con el fin de mejorar la enseñanza, y la Casa Consistorial ,
para acomodar convenientemente las dependencias municipales. (AMP AC
29-Mayo-1935).
El Sábado 2 de
Junio D. Elías llamó por teléfono al Gobernador Civil para preguntar por la
situación de Paterna. El Sr. Armiñan a su vez citó al alcalde de Paterna en
Cádiz, Manuel Barroso, para dirigirse a la casa de D. Elías e informarle en
persona. La autoridad de nuestro pueblo
participará a D. Elías que un determinado número de paterneros habían
salido a trabajar, pero que quedaban muchos sin colocación. En la conversación
el filántropo gaditano anunció que volvería a mandar más comestibles y que
iniciaría el estudio para llevar el agua a Paterna, antes de comenzar las obras
del grupo escolar. (Diario “LA
INFORMACIÓN ” 4-Junio-1935). Y así fue, el 9 de Junio D. Elías
mandó un camión de víveres para repartir entre los paterneros. (AMP. Registro
de Entradas 8-Junio-1935. Orden nº 492).
Desaparece el hambre, pero la falta
de trabajo no
Pasaba el mes
de Mayo y, con las ayudas y donativos recibidos, sobre todo desde Cádiz gracias
a la campaña allí iniciada, y a la desprendida generosidad de D. Elías, el hambre se fue atajando, pero la solución
definitiva pasaba por dar trabajo a tanto parado. Y a pesar de que muchos
consideraron exageradas las noticias catastróficas que la prensa había recogido
sobre Paterna desde finales de Abril, el Padre Barberá auguraba que el mes
Junio solo paliaría en parte el paro obrero, pues las labores de
recolección serían cortas, y temía que
la falta de trabajo provocar conflictos en el pueblo:
“En Paterna gracias a las buenas almas que
acudieron solícitas al llamamiento de nuestras voces, después de hacer una obra
de caridad, han evitado momentos tristísimos, y por qué no decirlo, días de
luto. ¿Exageraciones?. No he de ocultar que muchos así han calificado nuestros clamores
y súplicas. Nada nos importa y tranquilos estamos de haber dicho la verdad; que
todos esos que hablan a la ligera, miran más a la ligera todavía los males del
prójimo y ninguno como el párroco. ¡Exageraciones después de seis meses sin
trabajo alguno en un pueblo sin término y sin hacendados ricos!. ¡Exageraciones
en un año seco, después de unos años de libertinaje en el agro, que no han
dejado ni un pájaro ni un roedor con vida!. ¡Exageraciones en un pueblo donde
todos son obreros y no hay ni una industria, ni una fábrica... Evitáronse días
funestos que lo vi tan cercanos quizá como nadie... Mayo pudo ser sangriento en
Paterna y no lo fue. Las buenas almas y entre ellas las primeras en acudir a
todo lo bueno; los católicos. Mayo pudo ser sangriento en Paterna y no fue en
Paterna gracias a la gestión de la primera autoridad y a la magnanimidad y
altruismo de don Elías Ahuja. Y junio, un junio ardoroso y canicular se nos
presenta. El hambre, es verdad, se ha quitado; pero el trabajo, más necesario
que el pan, aún no llega.. Y como el campo no lo dará completo, porque sus
tareas propias serán cortas para unos pocos tenemos el conflicto en pie.. Junio
ha señalado este año en sus días las fiestas grandes y sería grande el día ,
también, en que los brazos caídos de estos buenos campesinos pudieran ocuparse
, porque el mantenimiento espléndido, el socorro abundante es solo compás de
espera y no debe prolongarse ni un momento más. Trabajo quieren, trabajo piden
a voces en las calles estos hijos del trabajo que del trabajo vivieron y
vivirán...” . (Diario “LA INFORMACIÓN”5-Junio-1935).
No se equivocó
el cura. El verano de 1935 se presentó malo para los jornaleros dada la escasez
de la cosecha a causa de la sequía de dicho año. A pesar de las obras
emprendidas por D. Elías para dar
trabajo y los donativos recibidos desde Cádiz, en Septiembre 600 obreros
continuaban parados.
La situación
en el campo no solo no mejoraría, la lucha de los agraviados jornaleros por una
vida digna fue en vano; con la
Guerra Civil el desastre y la tragedia se consumaron. En
Paterna, una población eminentemente de izquierdas y con una importante masa de
trabajadores afiliados al sindicato cenetista, la represión franquista, al
igual que en otros mucho pueblos, fue brutal y despiadada. Los principales
dirigentes obreros e izquierdistas fueron perseguidos y asesinados y gran
número de paterneros tuvieron que huir por temor al exterminio que los
sublevados y partidarios estaban llevando a cabo.
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