Artículo original publicado en el nº 29 (Octubre-1999) de la Revista "El Alcaucil"
Enla
Torre del Homenaje del Castillo de Gigonza, y concretamente
en su primer cuerpo, se encuentra una
vitrina, tras cuyos polvorientos
cristales apenas si se puede distinguir una raída vestimenta antigua que la
leyenda atribuye a la "camisa del rey moro del Castillo".
Parece ser que en la parte inferior de dicha vitrina, aunque no se ve, también
se hallan depositadas una espada de hoja ancha, como las que usaban los árabes,
y un trabuco.
En
Como
más adelante veremos, esta leyenda, tan conocida y expandida en nuestra zona,
surge de una hazaña del caballero jerezano Gonzalo Pérez de Gallegos ante el
emperador Carlos V que tuvo lugar en tierras tunecinas por el año 1535. Gonzalo
Pérez de Gallegos era entonces dueño de la Dehesa de Gigonza, entre otras mucha posesiones,
heredada de su homónimo padre, que la había obtenido por compra en 1513.
Castillo de Gigonza |
“... en
1535 se batió en Túnez con un moro de alta jerarquía, donde en breve tiempo le
dio muerte y le quitó el almaizal y alfanje, que trajo para memoria de su
triunfo. Ambas alajas las conservan el actual poseedor de la Torre [de Gigonza] don
Francisco de Asís Ponce de León, Fernández de Villavivicencio, Marqués del
castillo del Valle de Sidueña, como descendiente legítimo y dueño de los
vínculos y mayorazgos, privilegios y prerrogativas de la casa de los Gallegos.”
Noches Jerezanas. 1839 |
"...
Sin que sea interrumpir el hilo de nuestra narración, quiero sepa V. unos
hechos muy gloriosos y que dan mucho honor á los jerezanos y no pueden menos de
causar una indecible satisfacción á los dignos sucesores del héroe jerezano que
tanto lustre dio á su pueblo
. Amig. Los
oiré con mucho gusto, pues me entusiasman las cosas de sus paisanos.
Jer. Yo me
alegro, y ahora me rectifico una equivocación que cometí en la noche anterior,
y es, como ahora verá, que no es lo que se conserva en casa del actual señor
marqués del Castillo del Valle de Sidueña el alfanje y bastón del último
alcayde moro que defendió la torre llamada de Jigonza: no señor: me equivoqué:
oiga el suceso, y verá lo que se conserva, y en donde fué ganado.
Don Gonzalo
Pérez de Gallegos hijo de otro i de doña Inés Ramírez, estando al servicio de
la magestad de don Carlos Iº. rey de España, y V. en el imperio, pasó á Africa,
é hizo cosas muy señaladas de valor y destrezas en el manejo del caballo, por
que era tan diestro, que se señalaba entre todo el ejército, como también entre
la multitud de los caballeros de JEREZ, en el juego de cañas, corridas de
toros, torneos u otros manejos en que siempre se han ejercitado sus nobles con
singular destreza. Era muy rico y criaba muchos caballos, y siempre que salía á
campaña, llevaba mucha gente consigo, á la que pagaba á su costa y eran suyas
embarcaciones y pertrechos.
Estando
sobre Arcila en África sirviendo al rey con la demás gente de JEREZ que allí
había y no tenía á un 20 años de edad fue con 400
hombres pagados por él al socorro que pidió el conde de Redondo: hizo cosas muy
señaladas, y entre varias, fue famosísima la de los tres moros que pidieron
desafío, y por no poder ir los dos compañeros suyos por el impedimento que de
real orden del señor don Carlos V. había, se determinó solo á salir con ellos,
y mató al primer moro en las talanqueras de Arcila, al segundo en las vallas de
Mazalquivir, y el tercero no quiso pelear. Todo lo vio el rey moro de Fez,
quien se admiró de tan heroico valor. Temiendo por este hecho el enojo del rey,
se pasó con los infantes de Portugal á
aquel reyno, donde con el favor de ellos y la interposición de Mr. de Larcio,
dio real cédula de perdón su cesárea Magestad en 11 de mayo de 1527. Por esta
causa dicen comúnmente en JEREZ, que los escudos de armas de sus casas los
pintan ladeados , como se ven en la portada de su antigua casa, marcada con el
número 104 en el llano del alcázar, como signo de haber hecho esta acción
contra voluntad y orden del rey; aunque de la cédula de perdón nada de esto
consta.
En el año
de 1535 fue á la conquista de la
Goleta y Túnez con dos fragatas suyas, un patache y gentes á
su costa, donde sucedió otro caso memorable, y fue el salir un moro de alta
gerarquía pidiendo campaña, y no habiendo salido nadie, por que no daba
licencia el rey, se valió de los infantes de Portugal, y alcanzada licencia,
salió á campaña, donde en breve tiempo dio muerte al moro y le quitó el
almaizal y alfanje que trajo para memoria de su triunfo, y el infante don Luis
lo llevó á besar la mano al emperador, quien le dijo: Que por saber era él
quien salía con el moro, le había permitido, pues en su esfuerzo fió el
desempeño de la nación española.
Esta
vestidura se conserva en la casa de don Francisco de Asís Ponce de León,
Fernández de Villavicencio, marqués del Castillo del Valle de Sidueña, como
descendiente legítimo y poseedor de los vínculos y mayorazgos, privilegios y
prerrogativas de la casa de los Gallegos."
Mural relativo al duelo de G. Pérez de Gallegos que se conservaba en la casona del Corregidor de Jerez |
Posteriormente, otros autores jerezanos harán también referencia al orígen de dichos ropajes, como Diego Ignacio Parada y Barreto en su obra Hombres Ilustres de la Ciudad de Jerez de la Frontera (1875):
Seran historiadores jerezanos anteriores como el Padre Fray Esteban Rallon (Historia de la cidudad de Xerez de la Frontera) quienes recojan en sus obras la gesta de Gonzalo Pérez de Gallegos en África:
"... y sobre todo
por un desafio que llevó a cabo con permiso del emperador y delante de todo el
ejército con un moro principal de Túnez, á quien dejó muerto en el acto, y
cuyas ropas y bastón de mando que llevaba, recogió Gonzalo por trofeo y se han
conservado en sus descendientes, poseyendo hoy este precioso recuerdo histórico
el Sr. marqués del Castillo, heredero de la casa de Gallego. El emperador por
este hecho colmó de distinciones y elogios á el valor de Gonzalo Pérez..."
Seran historiadores jerezanos anteriores como el Padre Fray Esteban Rallon (Historia de la cidudad de Xerez de la Frontera) quienes recojan en sus obras la gesta de Gonzalo Pérez de Gallegos en África:
"… que un día vino un valiente moro a caballo ricamente
aderezado, y venía armado haciendo grandes algaradas, desafiando al valiente
cristiano que con él quisiera hacer campo; y que Gonzalo Pérez de Gallegos,
enfadado del atrevimiento del moro, se valió de la amistad del infante don Luis de Portugal, su amigo, y le rogó le
pidiese al emperador licencia para salir al campo; el cual se la alcanzó, y él
salió al desafio a caballo en presencia del César: se comenzó a trabar una de
las valientes escaramuzas, en que se vieron muy buenos lances y mató en
presencia de la corte de España y del famosísimo César Carlos quinto emperador."
o Bartolomé Gutiérrez (Historia de Xerez de la
Frontera , terminada de escribir en 1757 y publicada en
1886-87), quien relata, con más detalle si cabe, el suceso:
“... mientras el Campo Imperial se alojaba y se
hacían trincheras para defensa del Ejército, había mandado S.M. que ninguno
saliese é escaramuzar con los moros, so pena de muerte; en este intermedio
acontecío que un moro noble (según las
vestiduras que traia) dió en salir al campo á escaramuzar, llegando hasta
el Real nuestro y Trincheras, pidiendo campaña: mas con el temor del Bando
Real, no había quien saliese: viendo Gonzalo Perez de Gallegos el arresto del
Moro, corrido de que se fuese sin pelea, habló al Infante para que alcanzase de
S.M. el permiso de que él saliese. Fué el Infante a la tienda del Rey y ponderándole el deshonor de los cristianos
en que se burlase de ellos aquel Moro, pidió licencia para que uno de su campo
saliese: y sabido por nuestro Rey que era Gonzalo Perez., el que habia de ir,
lo permitió y se puso en sitio desde donde lo viese pelear. Luego que tuvo la Real Orden Gonzalo Perez
de Gallegos á Caballo y armado como estaba salió al campo donde aguardaba el
Moro; este luego que lo vió ir hacia él, blandiendo la lanza, arremetió para
herirle; pero como era tan diestro Gonzalo Pérez, lo aguardó sin hacer amago de
herirlo y recibió en la adarga el golpe no bien habia descargado el moro su
bote de lanza, cuando revolviendo su caballo Gonzalo Perez le dió por el
costado al Moro tal lanzada que lo derribó muerto del caballo, con admiración
de todos y más de nuestro Rey, que lo miraba. Un moro que traia consigo el
muerto, viendo la acción le tiró su lanza á Gonzalo Perez y le hirió en un
muslo, pasándole un Zaragüel de malla que llevaba, aunque no fué herida de
peligro. Sigióle Gonzalo Pérez y le tiró la lanza, con la cual le pasó el arzon
tercero de la silla; pero se entró en el campo de los moros.
Vuelto
Gonzalo Perez de Gallegos, el Infante D. Luis, le alabó mucho la acción y lo
llevó para que besase la mano á S.M., de quien fué recibido con mucho agrado y
le espresó, que por saber que el era el que habia de salir lo había permitido,
por que en él desde luego confiaba el desempeño de la acción y que tendría
presente su valor para hacerle mercedes; volvió a repetir el besamano y se vino a su tienda á
curar la herida.”
Hemos
remarcado en negrita la referencias que se hacen de las vestiduras que
lucía el moro, estimando que éste pertenecía a la alta jerarquía árabe en base
las características de las mismas, y que no
pueden ser otras que las que hoy se hallan en Gigonza.
"Camisa del rey Moro" |
Vemos
por lo tanto el origen y procedencia ciertos de
"la camisa del rey moro", así como también de la
espada que se encuentran en la parte inferior de la vitrina, que debe ser el
alfange del moro del combate.
Este
ropaje, que tras casi cinco siglos aún
permanece en el castillo, aunque en muy mal estado de conservación, hubo
de tener tal importancia en el linaje de los Pérez de Gallego que uno de sus
descendientes y herederos, Juan Pérez de Gallegos el 16 de Enero de 1762 lo agregó
al Mayorazgo fundado por Gonzalo en 1530:
“...si bien Don Juan Perez de Gallegos, poseedor
de este vinculo, en diez y seis de Enero de mil setescientos sesenta y dos le
agregó con el cargo de conservarlo el Maisal, el alfange y la bandera que se
guardaba en la fortaleza de Gigonza, pertenecientes al Moro, que, en ella mató
el fundador Don Gonzalo Perez, dicho del
Maisal, en su calidad de adorno o ropa no puede hacerse mérito, por que, con
arreglo a su naturaleza, ha debido ya desaparecer, a consecuencia del deterioro
progresivo a que [.............] el
alfanje y bandera que se recuerdan, si existen, podran conservarse como
recuerdos o trofeos gloriosos de un ascendiente de la casa y adjudicarse al
partícipe que se designe solo y exclusivamente para su conservación y memoria,
pero sin valor ninguno por que, el
alfange es un arma sin uso en España y la bandera ademas del estado lamentable
en que debe encontrarse, si bien en su epoca pudo haber servido de enseña a los
moros que ocupaban nuestro territorio, hoy carece también de uso y de
aliciente.”
* Gallego, Mercedes: “El gran desconocido”. Artículo publicado en el Diario de Jerez el Domingo, 17 de Julio de 1994.
* Gutiérrez, Bartolomé DF.: “Historia del estado presente y antiguo de
* Parada y Barreto, Diego Ignacio: "Hombres Ilustres de la ciudad de Jerez de la Frontera". Imprenta del Guadalete, a cargo de D.Tomás Bueno. Jerez. 1875.
* Pérez Regordán, Manuel: “Las Fortalezas Gaditanas. El Castillo de Gigonza” Artículo publicado en el Diario de Cádiz el Lunes, 10 de febrero de 1992.
* Ponce de León y Freyre, Eduardo: “El Marqués de Cádiz. 1443-
* Portillo, Joaquin: “Noches Jerezanas”. Jerez. 1839.
* Portillo, Joaquin: “Concisos Recuerdos de Jerez de
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