sábado, 21 de noviembre de 2020

LOS MOLINOS DE VIENTO DE LA JANDA INTERIOR: ALCALÁ, MEDINA Y PATERNA

 El molino ya no está, pero el viento persiste

Vincent van Gogh

 

Prototipo de molino de viento proyectado construir en Medina y Paterna en 1826

INTRODUCCIÓN

Desde la antigüedad el hombre se ha servido del viento para su aprovechamiento como fuente de energía, así en la navegación de los barcos impulsados por las velas, como para mover las aspas de los molinos de viento con el fin de moler grano o extraer agua. Los molinos de viento,  jugaron un papel trascendental en la molienda de granos para la fabricación de harinas, sustento básico en la alimentación de la población en épocas pasadas.

No están muy claros los orígenes históricos de los molinos de viento, aunque se sabe que son muy posteriores a los molinos hidráulicos.  Julio Caro Baroja[1] señala tres posibles hipótesis como las más probables:

  • Para algunos autores los molinos de vientos fueron inventados por los griegos a comienzos de nuestra era.
  • Otros historiadores  defienden que los molinos son de origen oriental (culturas árabe y china), extendidos por el Mediterráneo por los  musulmanes y traídos a Europa en la Edad Media por los cruzados.
  • Por último hay quién sostiene que los molinos de viento, al menos los de eje horizontal, fueron inventados en el siglo XII en Europa occidental (Francia, Inglaterra y Países Bajos).

Las referencias más antiguas que se conocen se remontan a los siglos IX-X; recogidas en el “Libro de ingenios mecánicos” (año 850) publicado en Bagdad por los tres hermanos Banu Musa, y los geógrafos árabes Al-Tabari, y Al-Masudi, que refieren que los molinos de viento eran utilizados en las llanuras del Sijistán, en Persia (entre Irán y Afganistán), región donde los vientos alcanzan más de 100 km/h, para la molienda de harina y para sacar agua de pozos.

En España, documentos del periodo del Califato de Córdoba, siglo X, mencionan molinos de viento para el bombeo de agua. El geógrafo e historiador árabe del siglo XV Ibn' al-Mun'im al Himyari en su descripción de al-Andalus[2], para la que usa fuentes de los siglos XI al XIII, nos dice en El Libro del Jardín Perfumado: “Una de las curiosidades de Tarragona consiste en los molinos de viento que fueron montados por los antiguos; funcionan cuando sopla el viento y se paran cuando éste cesa.”

Un antecedente más cercano de época almohade lo tenemos en Gibraltar. En 1.160 el soberano Abd al-Mumin para asegurar la posesión del Peñón decidió construir una ciudad inexpugnable, para lo que hizo venir  al jeque Abu Ishaq Barraz b. Muhammad, el arquitecto de la mezquita de Sevilla,  y al-Havy Yais, celebre ingeniero “que construyó algunas máquinas maravillosas durante su residencia en Gibraltar y, entre otras cosas, un gran molino de viento que se encontraba en la cima de la montaña[3]”.

Molinos de viento: partes y tipología

Los molinos de viento están formados básicamente por tres partes:

·      Una sólida torre habitualmente de forma cilíndrica o levemente troncocónica

·        La maquinaria y piedras para la molienda que están en el interior de la torre

·     El sistema de velas, ejes y la cubierta giratoria que se mueven en conjunto para posicionarse frente al viento y recoger su fuerza

Principales partes de un molino de viento


Según el eje en el que se anclan las aspas o velas los molinos se pueden clasifica en:

1.      Molinos de eje vertical. A un madero o eje vertical, que es el encargado de mover las piedras de molienda, se sujetan directamente las aspas o velas 

2.      Molinos de eje horizontal. Las velas o aspas se unen de forma perpendicular a un eje más o menos horizontal que mediante unos engranajes es el que transmite el movimiento a las muelas.

Molino de eje horizontal                                        Molino de eje vertical (molino persa)


Según el antropólogo Julio Caro Baroja en los países del sur se desarrolló un tipo de molinos de eje horizontal denominados de caperuza móvil o “molino de torre”, al que él llama “molino mediterráneo”, debido a su abundancia en el área mediterránea.

El alemán Fritz Krüger[4] en su obra Geographie  des traditions populaires en France (1950) estudia y clasifica los distintos tipos de molinos de viento. Krüger agrupa los molinos mediterráneos atendiendo a la forma de sus aspas en:

·        Tipo A. Con eje atravesado por cuatro o más pares de varas, que sostienen cuatro velas triangulares. En España se hallan en Extremadura, Andalucía, Baleares y Cartagena.

·     Tipo B. Con eje que sostiene cuatro aspas, compuestas cada una de una vara central, dos vergas laterales, paralelas a aquélla y ocho travesaños de velas rectangulares. Característico de Canarias.

·        Tipo C. Con eje que sostiene también cuatro aspas, compuestas cada una de una vara central, cuatro o seis vergas laterales y paralelas con quince o más travesaños, y con velas rectangulares largas y estrechas. Propio de las Islas Baleares y La Mancha.

Tipos de molino según Kruger

Generalmente el molino andaluz es una torre cilíndrica, aunque también se da alguna troncocónica. Son de gruesos muros de fábrica de mampostería de piedra o de arcilla, casi siempre enfoscados y encalados, de unos 7-8 metros de altura y algo menos de diámetro. Se estructuran en dos plantas, una baja para la recogida y almacén de la harina y otra superior donde se hallan el eje y todos los mecanismos de la molienda, rematada con una cubierta o techumbre  de madera  cónica que gira sobre la torre para orientar el velamen hacia el viento[5].


LOS MOLINOS DE VIENTO DE LA JANDA INTERIOR

 En la provincia de Cádiz los molinos de viento más conocidos son los molinos de Vejer y Conil, que han sido estudiados por importantes historiadores y antropólogos y se han conservado en funcionamiento hasta mediados del siglo XX. Pero existen referencias documentales e iconográficas de estos ingenios desde el siglo XVI en ciudades como Cádiz, El Puerto de Santa María o Gibraltar. 

Vista de Cádiz, de Antón Van den Wyngaerde (1567).                 

Vista de El Puerto de Santa María, de Antón Van den Wyngaerde (1567)

También en nuestra comarca, por su situación geográfica y exposición a los vientos dominantes en la provincia de Cádiz, el Levante principalmente, y el Poniente, se instalaron molinos de viento desde finales del siglo XVIII y sobre todo en el siglo XIX. Así aún se conservan en Media Sidonia, en Alcalá de los Gazules y en Paterna de Rivera, referencias documentales y vestigios de éstos extraordinarios artificios preindustriales.

El Molino de San Antonio de Alcalá de los Gazules

En Alcalá de los Gazules[6] sabemos de la existencia de un molino de viento a principios del siglo XIX cuyas ruinas subsisten hoy en día en un promontorio, el Cerro del Molino, a la salida del pueblo por Puerto Levante. Es el llamado molino de San Antonio, una torre cilíndrica cuyo grueso muro está construido a base de ladrillos y enlucido con mortero de cal y tierra; posee dos puertas enfrentadas en la planta baja y vanos en la superior.  El molino se emplaza sobre una plataforma circular elevada construida con un muro perimetral de mampostería de piedra que recibe el nombre de andén o redondel, un espacio para llevar a cabo las labores de orientación del molino y para cargar y descargar el grano de los carros y bestias.

Molino de San Antonio (Alcalá de los Gazules).. IAPH. Agustín Coca.1992

  Exterior de la torre (F. Entre Abulagas y Caíllos)             Interior de la torre. IAPH. Agustín Coca 1992



El invento de Antonio Parodi. Un prototipo de molino de viento para Medina y Paterna

Medina y Paterna comparten una experiencia pionera en España con un tipo de molino innovador, un invento patentado por el asidonense Antonio Parodi en 1826[7]. El 21 de Abril de 1826 Parodi presenta al Intendente  de la Provincia de Madrid una solicitud de Real Cédula “a fin de que S.M. se digne concederle el Privilegio exclusivo por diez años, para fabricar unos molinos de viento de invención suya, en el término de aquella ciudad, y en cualquiera otro término donde estos fueren necesarios.” Por Real Orden de 6 de mayo de 1826 el Rey Fernando VII concedió a Antonio Parodi “privilegio exclusivo por 10 años para fabricar en el reino los molinos de su invención”. La palabra privilegio se refiere a patente, es decir, un documento oficial por el que se le reconoce a alguien una invención y los derechos que de ella se derivan.

Los antecedentes de la Oficina Española de Patentes y Marcas[8] se remontan a varios Reales Decretos del primer tercio del siglo XIX. En 1824 se crea el Real Conservatorio de Artes y Oficios, una institución que, además de centro docente, tendrá competencias en materia de concesión de privilegios de invención (1826-1878), marcas (1850-1887) y patentes (1878-1887). El 27 de marzo de 1826 se aprueba el Real Decreto de Privilegios Exclusivos de  Invención e Introducción a partir del cual los inventores tendrán garantizados y protegidos sus derechos en España. El Real Conservatorio de Artes y Oficios sería el encargado del registro de dichas patentes e inventos y del depósito de la documentación.

El invento de Parodi fue registrado como el Privilegio Nº 2 por el Real Conservatorio, expidiéndosele Real Cédula con fecha de 28 de Junio de 1826, tras el pago de 3.000 reales de vellón por derechos según establecía la ley. Se trata de la primera contribución española registrada, es decir, el primer invento, privilegio o patente  registrado en España relacionado con el viento[9]. El primer invento patentado, el 23 de Marzo de 1826 por Juan María La Perriere,  fue un molino harinero mecánico de brazo para moler trigo[10].

Plano del molino de viento inventado por Antonio Parodi. Dibujo de Juan Serafín Manzano

El prototipo de molino harinero de viento de Antonio Parodi tenía como original característica estar equipado de doble fuerza motriz: por un lado un eje vertical en la cúpula al que se conectan un juego de ocho velas latinas (dibujadas como barcas en el plano) y por otro lado un eje horizontal al que se unen las típicas aspas. El molino tenía dos cuerpos, uno de mampostería con forma troncocónica y 3 plantas en su interior,  y sobre éste otro cuerpo construido de madera, es decir, prácticamente dos molinos, cada uno con su asiento de piedra.  El molino de madera, estaba asentado sobre dos plataformas circulares de madera de roble, una inferior, embutida en la pared de mampostería y con una canal en toda su circunferencia, y una plataforma superior con doce ruedas de bronce insertas que introducidas en la canal de la inferior  permitía girar la cúpula de madera y el eje horizontal para orientarlo hacía donde era favorable el viento.


Memoria descriptiva del molino de Parodi. Archivo OEPM

En Agosto de 1826 Antonio Parodi se asoció con el comerciante gaditano Bernardo Badel “para la construcción y fábrica de los molinos arineros (sic) de viento, los que se han de establecer en dicha Ciudad de Medina Sidonia y Villa de Paterna.” Sabemos que en Medina llegó a construirse este innovador molino de viento; ignoramos si en Paterna se concretó también al no constarnos documentos  que lo acrediten. El 19 de Diciembre de 1827 se registró en Real Conservatorio “la cesión que ha hecho D. Antonio Parodi, vecino de Medina Sidonia,  en favor de D. Bernardo Badel y D. Ángel Boconi, del comercio de Cádiz, de un molino arinero (sic) fabricado extramuros de aquella población”, un desistimiento que se había materializado el 13 de Octubre anterior.

No tenemos más referencias sobre el molino de Parodi, ignoramos en qué lugar de Medina se edificó, ni por qué lo cedió a los dos comerciantes gaditanos para su explotación.  En la edición de 14 de Julio de  1828 del Diario Mercantil de Cádiz[11] aparece un anuncio  sobre la venta de un molino de viento en Medina Sidonia, ubicado en La Pedrera. Intuimos que podría ser éste el lugar  de construcción del  singular molino. Aún hoy día se conservan en La Pedrera las torres troncocónicas de tres molinos de viento. El rico archivo municipal de Medina a buen seguro que conserva documentación sobre este pionero proyecto y sobre la implantación de molinos de viento en la población.

Diario Mercantil de Cádiz. Lunes 14 de Julio de 1828. 

Como se prevenía en la ley la licencia de la patente era otorgada por un periodo de 10 años, después del cual cualquier persona podía hacer uso del invento o tecnología sin consentimiento del titular ni contraprestación económica. Así el Ministerio de Comercio publicaba en su Boletín la prescripción de la patente del molino de Parodi en 1836[12]: 

Boletín Oficial del Ministerio de Comercio, Instrucción y Obras Públicas . 1836

Los molinos de viento de Medina Sidonia

Existe en el Archivo Cartográfico del Ejército[13] un precioso mapa del siglo XIX a escala 1/20.000, que aunque firmado por el mariscal de campo Joaquín Zayas de la Vega (1813-1885), sus rótulos, descripción y toponimia están escritos en francés. Es un mapa que representa el espacio comprendido entre las vertientes opuestas que enmarcan el camino de Vejer a Medina Sidonia. En el mapa  aparece al Este del casco urbano y del castillo de Medina un “moulin a vent”, a una cota de 120 m.s.n.m. en el mismo lugar donde actualmente se conservan los 3 molinos de La Pedrera. Sospechamos que dicho mapa es copia de otro de una serie de levantamientos cartográficos realizados por ingenieros militares franceses durante la Guerra de la Independencia[14] que se conservan en el Dépôt de la Guerre del Service Historique de la Défense en el Castillo de Vincennes de Francia. Concretamente de un mapa con el mismo título Levé à vue de la route de Vejer à Medina-Sidonia, par le capitaine Reveu, fechado en 1826[15], aunque pensamos que es coetáneo a la ocupación de la comarca por los franceses entre 1810 y 1812. Creemos por tanto que Medina ya contaba con un molino de viento a principios del siglo XIX en La Pedrera, anterior al prototipo construido por Parodi y Badel en 1826.

Detalle del mapa francés donde aparece ubicado el Molino de Viento en la Pedrera.

Dominando el camino de entrada hacia el castillo de Medina Sidonia, próximo y frente a la iglesia  y las ruinas de la villa vieja, se encuentra una torre cilíndrica de mampostería bastante deteriorada que por su forma y ubicación en la zona más elevada de la población pensamos se trata de un molino de viento. ¿Será ésta la construcción de Parodi y Badel?

Restos del molino de viento en el cerro del Castillo

Más datos sobre los molinos instalados en Medina durante el siglo XIX nos los proporciona el Boletín Oficial de la Provincia de Cádiz. Así el Juez de 1ª Instancia del Distrito de Santa Cruz de Cádiz el 3 de Agosto de 1846 dictaba una providencia por la que sacaba a pública subasta “un molino de viento con sus habitaciones y demás anexos en el cerro que da vista al Camino de los Molinos, apreciado en 59.968 rs. vn.[16]” Sin embargo el molino fue sacado nuevamente a pública  subasta el 20 de Noviembre de dicho año siendo retasado en 39.734 rs.  vn.[17]

Por la matricula general de la contribución industrial y del comercio formada por el ayuntamiento de Medina en 1852 sabemos que en la ciudad en dicho año había tres molinos, dos propiedad de Pedro Coneza y otro de Salvador Ros[18]. Unos años más tarde en el Nomenclátor de los Pueblos de España de 1858 consta un caserío con 6 habitantes en el Cerro del Molino de Viento en el que hay dos molinos[19].

Una década después el molino de Salvador Ros está en manos de Isidoro García y Jiménez, aunque por una deuda de 1.724 ptas. con el médico-cirujano municipal Antonio Rubio y Pimpinela salió a pública subasta para remate al mejor postor el 11 de Octubre de 1871, valorado todo en 5.549,96 ptas.:

“molino harinero de viento con sus enseres, casas adjuntas y cercado, que todo ocupa dos fanegas de tierra, y está situado en el cerro del Molino de Viento inmediato al sitio de la Pedreta, de este  término, lindando por el Norte con  los ejidos de esta ciudad; por Sur y Oeste con el camino de los Molinos, y por el Este con otro molino de viento y cercado de los herederos  de Pedro Conesa[20]

Aunque el molino de Salvador Ros sería nuevamente sacado a pública  subasta el 9 de Enero de 1872 retasado en 5.495 ptas.[21]

 

Molino de viento de La Pedrera en Medina Sidonia. IAPH. Agustín Coca.1992

Exterior e interior de  molino de La Pedrera. Medina Sidonia. IAPH. Agustín Coca.1992

Molino de viento de La Pedrera. Medina Sidonia. IAPH. Agustín Coca.1992

Los molinos de viento de Paterna de Rivera

En nuestro pueblo, además del proyecto de Parodi y Badel, hubo un intento en 1836 de establecer un molino de viento por parte de Manuel Lozano, quién había solicitado al ayuntamiento permiso para su construcción. Para llevarlo a cabo Lozano precisaba disponer de dos suertes de tierra de propios que habría que despojar a sus dueños, lo que creó un conflicto.  Años más tarde surgiría, por el mismo motivo,  el dilema de disponer de parte de esas suertes de propios para instalar otros molinos.

 Suponemos que el lugar elegido  a propósito para construir el molino era el Cerro de la Villa, emplazado a 155 m.s.n.m. y próximo al núcleo urbano,  formado entonces por 5 suertes de propios de 6 y 7 fanegas. Esta fue la propuesta que se trató en la Diputación de Cádiz:

60. En presencia del expediente remitido a consulta por el Sr. Gobernador Civil, relativo a la formación de un molino de viento en la villa de Paterna a espensas de un particular, con ciertas condiciones, i de los informes dados a la Diputación por el Ayuntamiento de aquella villa i contaduría principal de propios, acordó decir a aquella autoridad, con inclusión de todo el espediente, que encuentra mui útil el proyecto; pero no justo el que se despoje a los poseedores de las dos suertes de tierra que para el establecimiento del molino solicita D. Manuel Lozano: que el gobierno podrá hacerlo como materia de utilidad pública; más será siempre indemnizando a aquellos debidamente: que en este caso parece reducida la cuestión a saber quien deba hacer la indemnización; i que no siendo de inferir como propone la contaduría, que se allanen a dejar sus tierras sin que se les den otras, parece a la Diputación que Lozano es quien debe indemnizar a aquellos, caso de obligárseles a dejar sus terrenos, i que si esto lo hace desistir de su empresa, entonces deberá el ayuntamiento proponer el modo i arbitrio para hacer la compensación, puesto que el pueblo de Paterna ha de reportar la utilidad[22]”.

En Agosto de 1851 la vecina de Chiclana de la Frontera se dirige  al ayuntamiento de Paterna solicitando “un terreno suficiente para construir un molino de viento en la cuarta suerte a la izquierda de camino de Medina, pago denominado Cerro de la Villa[23].” Un mes después, Lorenzo Terán de la Torre  pide permiso al ayuntamiento para ceder una aranzada de terrenos en la suerte de propios número 6 que posee  en el Cerro de la Villa a favor de María Sánchez del Corro para construir al molino de viento. La corporación accede a la petición de Terán  advirtiéndole que será de su cuenta el pago del canon de toda la suerte entendiéndose con María Sánchez sobre el pago que le corresponda por el terreno cedido[24].

Otro promotor, Juan Gallo Señudo propondría al ayuntamiento se midiesen las suertes de propios del Cerro de la Villa, que excedían de las 4 aranzadas reglamentarias, y el exceso se le concediese para edificar un molino de viento, pagando el canon correspondiente al fondo de propios[25].  En la misma sesión capitular se vio un memorial de Francisco Macías Sánchez en el que hacía presente haber cedido a Juan Gallo una aranzada de tierra de la suerte número 4 que poseía de los propios  en el Pago del Cerro de la Villa para construir un molino de viento. La corporación accedió a ello en las mismas condiciones que el permiso dado a Terán de la Torre[26].

Sabemos que uno de los dos promotores llegó a construir su molino de viento. Así encontramos que en el nomenclátor de 1853 aparece la Calle del Molino de Viento[27], en singular. La misma calle seguirá nombrándose con la misma denominación, “del Molino de Viento”, hasta 1859, en que comienza a aparecer como “Calle de los Molinos de Viento”, refiriéndose por tanto a más de un molino.  Hay que aclarar que esta denominación se corresponde con la actual Calle Molinos del callejero de Paterna, que entonces no existía. La calle de los Molinos era la actual calle Alta, denominación que fue cambiada en 11 de Julio de 1864[28] y se ha mantenido hasta hoy.

Calle Alta, antigua de los Molino de Viento (1853 a 1864)

Sería Juan Gallo Señudo quién iniciaría en 1851 y llevaría a término la construcción del molino de viento. En 1858 encontramos referencia a este molino al exponerse en sesión capitular del 7 de Agosto un:

“Memorial de Francisco Macías Sánchez y María de Cote, legítimos consortes de esta vecindad haciendo presente haber traspasado en favor de Diego Díaz García, labrador, la suerte de 3 aranzadas que poseía en el Pago del Cerro de la Villa designada con el número 4 lindera con otra aranzada que nombran del Molino de Viento perteneciente a Juan Gallo Señudo a quién corresponde el servicio de entrada y salida para dicho molino con el cargo de empedrar el hoyo y la entrada y la salida y satisfacer al fondo de propios el canon anual de 15 r.v. y el nuevo poseedor 45 r.v.”

Dos fueron los molinos de viento erigidos en el Cerro de la Villa, hoy conocido también como Cerro de los Molinos, aunque no sabemos quién edificó el otro, si también fue promovido por Gallo Sañudo u otra persona. En el deslinde del término de Medina Sidonia con el de Paterna[29] realizado en 1872 se nombran los molinos de viento de nuestro pueblo en la descripción de los mojones números 9º, 10º, 11º, 12º, 14º, 15º, 17º, 19º, 21º, 23º, 24º, 25º, 30º y 31º, que define la línea divisoria de ambos municipios.

Mojón 19º. Está situado (el mojón) en la citada ladera, a la izquierda de los molinos de viento y en la linde común a las fincas de los herederos de D. Manuel Sánchez y a la de Don Bernardo Torrejón

Mojón 21º. Desde este mojón se ven las torres de Medina y de Paterna, la casa de la Catalana, y uno de los molinos de viento de Paterna.

No nos constan más noticias de los molinos de viento de Paterna, ignoramos quienes fueron sus dueños, cuánto tiempo estuvieron en funcionamiento o cuándo desaparecieron materialmente. Al contrario que en los pueblos vecinos, ni siquiera se preservaron mínimos vestigios de las fuertes y características torres cilíndricas que pudiesen testimoniar su ubicación exacta. En Paterna fue costumbre reutilizar los materiales de edificios y construcciones abandonadas o en ruinas, como ocurrió con el balneario Fuente Santa. Sí quedaron testimonios de estos molinos en mapas y trabajos topográficos en que quedaron representados, en la toponimia y en el nomenclátor de Paterna.

Detalle PlanimetrÍa de Paterna de Rivera 1874. IGN

Detalle mapa topográfico Paterna  de Rivera 1917. (Minuta MTN50-1062-. IGN)

Detalle mapa topográfico  de Paterna1917. Edición impresa (IGN. MTN50-1062)

Los molinos de viento tuvieron su apogeo entre finales del siglo XVIII y mediados del siglo XIX, en que empezaron su declive con la aparición de máquina a vapor más eficiente con la Revolución Industrial  y posteriormente con el uso del petróleo y la electricidad. Sin embargo, a  finales del siglo XX el desarrollo tecnológico hace de la energía eólica una de las más fuentes de energía limpia y renovable más importantes del panorama actual junto a la solar, siendo aprovechada para producir electricidad mediante modernos y enormes aerogeneradores dispuestos en parques eólicos.

En Cádiz, los vientos dominantes son el Levante y el Poniente. El Levante produce vientos medios sostenidos de 50 km/h. y rachas superiores a los 100 km/h. Este régimen de vientos ha propiciado la instalación de 73 parques eólicos  en la provincia que generan la cuarta parte de la producción andaluza, unos 1.400 megavatios, superior a la potencia generada por cualquiera de las centrales nucleares españolas[30]. En torno al término municipal de Paterna se han instalado varios parques eólicos concretamente en Alcalá de los Gazules, Medina Sidonia y Jerez de la Frontera, que ha modificado sustancialmente el paisaje de la comarca.

Atrás quedaron las románticas e icónicas imágenes de estos extraordinarios ingenios mecánicos con sus típicas velas girando a tenor del viento. Hoy esos viejos molinos de viento que dominaban cerros y alturas, desnudos de sus elementos más característicos (techumbre cónica, palos y velas) y apenas reconocibles, pasan desapercibidos víctimas de la desidia y el olvido.

Al menos subsisten en buen estado de conservación las torres de los molinos de La Pedrera en Medina Sidonia, no así el molino  del Cerro del Castillo en un estado de degradación alarmante debido a su abandono, o el de Alcalá de los Gazules que  al menos conserva la torre en su totalidad pero si no se actúa sobre él sufrirá el mismo destino. Un patrimonio preindustrial y cultural de nuestra comarca que se hace necesario estudiar y dar a conocer, detener su degradación y acometer su restauración  y conservación.



[1] CARO BAROJA, J.: Disertación sobre los molinos de viento”. Tecnología Popular Española. Galaxia Gutenberg. Círculo E Lectores. 1996. Págs. 109-228

[2] Ibídem. Pág. 156

[3] BENADY, T.: «La bibliografía del Gibraltar musulmán», Almoraima 9, Revista de Estudios Campogibraltareños. 1993. Pág. 139. Citando a Pascual Gayangos en The history of the Mohammedan dynasties in Spain of Al-Makkarí. Londres 1843. Tomo II. Págs. 314-315.

[4] CARO BAROJA, J.: Disertación sobre los molinos de viento”. Tecnología Popular Española. Pág. 146

[5] ROJAS-SOLA, J. I.  y  AMEZCUA-OGAYAR, J. M.: Origen y expansión de los molinos de viento en España. INCI [online]. 2005, vol.30, n.6 [citado  2020-11-21], pp. 7-14. Disponible en: <http://ve.scielo.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0378-18442005000600004&lng=es&nrm=iso>.

[6] ALMAGRO MONTES DE OCA, I.: Pinceladas de Historia: Sobre el molino de San Antonio. Blog Historia de Alcalá de los Gazules. Disponible en: http://historiadealcaladelosgazules.blogspot.com/2014/08/pinceladas-de-historia-xi-sobre-el.html

[7] Ministerio de Industria, Turismo y Comercio. Oficina Española de Patentes y Marcas. Archivo Histórico. Expediente nº 2.

[8] Exposición y Catálogo «200 años de Patentes. Sainz González, P. (Coord.).  Oficina Española de Patentes y Marcas, 2011

[9] Amezcua-Ogáyar, J. M.: Estudio histórico-tecnológico de los molinos de viento del campo de Níjar : aplicación al estudio en detalle y reconstrucción gráfica del Molino del Collado, 2003. Págs. 92-111

[10] Sáiz, P.: Base de datos de solicitudes de privilegios. España 1826-1878, OEPM-UAM, Madrid 2000, http://historico.oepm.es".

[11] Diario Mercantil de Cádiz. Lunes 14 de Julio de 1828. Pág. 4

[12] Boletín Oficial del Ministerio de Comercio, Instrucción y Obras ..., Volumen 2. Ministerio de Comercio, Instrucción y Obras Públicas. M. Rivadeneyra. Madrid. 1848. Pág. 339.

[13] Levé á vue de la route de Vejer a Medina Sidonia, royaume de Seville, fesant  partie de la route de Carmona a Vejer / Joaqn. Zayas de la Vega. Archivo Cartográfico de Estudios Geográficos del Centro Geográfico del Ejército. Colección: PCGE  Ubicación: AR. Signatura: SGE - Ar.M-T.6-C.33-847

[14] Sabemos que el coronel de Ingenieros Francisco Coello de Portugal, reunió toda la cartografía española que pudo encontrar, e hizo copiar todos los mapas de España, sus regiones, provincias, pueblos y caminos existentes en el Depósito de la Guerra de París y levantados por oficiales franceses en las dos guerras y que forman parte actualmente del Archivo Cartográfico del Centro Geográfico del Ejército. Igualmente sabemos que Joaquín Zayas en 1851 viajó a París para estudiar la organización del Depósito de la Guerra francés donde pudo encargar o adquirir una copia de este mapa.

[15] Existe en dicho Dépôt de la Guerre (Sous-série 1M: Mémoires et reconnaissances du dépôt de la Guerre) otro documento más detallado, una memoria, sobre este mismo camino «Mémoire sur la reconnaissance de la route de Vejer à Medina-Sidonia..., » par Reveu, capitaine d'état-major, 1827 (38 pages, itinéraire et tableau statistique).

[16] BOP Cádiz Nº 98. Sábado 15 de Agosto de 1846. Pág. 3

[17] BOP Cádiz Nº 146. Sábado 5 de Diciembre de 1846. Pág. 4

[18] BOP Cádiz Nº 71. Lunes 14 de Junio de 1852. Pág. 15

[19] Nomenclátor de los Pueblos de España, formado por la Comisión de Estadística General del Reino. Madrid, Imprenta Nacional, 1858. Pág. 194

[20] BOP Cádiz Nº 246. Jueves 19 de Octubre de 1871. Pág. 3

[21] BOP Cádiz Nº 10. Sábado 13 de Enero de 1872. Pág. 4

[22] Actas Pleno Diputación de Cádiz. 18 de Julio de 1836. Págs. 207-208. Archivo Diputación Provincial de Cádiz

[23] Archivo Municipal de Paterna de Rivera. Acta Capitular 18 de Agosto de 1851

[24] Archivo Municipal de Paterna de Rivera. Acta Capitular 13 de Septiembre de 1851

[25] Archivo Municipal de Paterna de Rivera. Acta Capitular 13 de Septiembre de 1851

[26] Archivo Municipal de Paterna de Rivera. Acta Capitular 13 de Septiembre de 1851

[27] Archivo Municipal de Paterna de Rivera. Acta Capitular 22 de Octubre de 1853. Se concedió a Francisco Moreno Saavedra un solar de 8 varas de luz y el fondo que corresponda en la Calle del Molino de Viento para edificar una casa de tejas lindando con la de José Pérez y Manuel Campos.

[28] Archivo Municipal de Paterna de Rivera. Acta Capitular 11 de Julio de 1874

[29] Deslinde de término de Medina Sidonia con su parte común con el de Paterna de Rivera (año 1872). Instituto Geográfico Nacional. Acta de Deslinde nº 86828 de Medina Sidonia (11023), Paterna de Rivera (11025). Firmas:1872

[30] Inaugurado un nuevo parque eólico en la provincia de Cádiz. Portal de Cádiz- 20/02/2020. Jesús M. López. Disponible en:

https://www.portaldecadiz.com/provinciacadiz/47689-inaugurado-un-nuevo-parque-eolico-en-la-provincia-de-cadiz

2 comentarios:

  1. Interesante, detallada y documentada entrada; me ha entusiasmado por lo que de relación tiene con los molinos, algunos tristemente desaparecidos, de Conil de la Frontera. Te sigo con mucho interés. Salud.

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  2. Gracias Rafael por tus comentarios, celebro que el artículo sea de tu interés y me alegro tener de nuevo noticias tuyas. Afortunadamente en Conil y Vejer se han conservado un importante número de ejemplares de estos extraordinarios ingenios que hoy forman parte del patrimonio cultural y etnográfico de dichas ciudades. En la Janda interior, quizás por el escaso número de molinos de viento documentados, el desconocimiento y olvido histórico de los mismos, o el deplorable estado en que algunos se encuentran, no han sido objeto de interés y reconocimiento, y corren el riesgo de sufrir la misma suerte que los molinos de Paterna, su desaparición.

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