domingo, 13 de octubre de 2013

Las epidemias de fiebre amarilla de 1800 y 1804 en Paterna de Rivera

Artículo publicado en la Revista "El Alcaucil" Nº 36. Marzo de 2003.

Tratamos en este artículo de las epidemias de fiebre amarilla que afectaron a Paterna en los años de 1800 y 1804. Fue costumbre en nuestro pueblo, hasta 1800, enterrar a los vecinos en la Iglesia; la epidemia de este año será el motivo que lleve a las autoridades a establecer un Campo Santo en el lugar donde estuvo la ermita de San Sebastián y hoy Cementerio Parroquial. 

 
El azote periódico de las enfermedades epidémicas causó un descenso importante de la población de los países afectados, con caracteres, en determinadas épocas, de grandes catástrofes, superior incluso a las producidas por las guerras. La peste con el hambre, la guerra y la muerte, era uno de los "cuatro jinetes del Apocalipsis".

Durante la Edad Media, el saneamiento, la higiene personal y el culto al cuerpo, tan característicos de la época romana, se abandonan ante la nueva mentalidad del cristianismo que rechaza todo lo que recordase el imperio romano y lo pagano. Esto unido a los grandes movimientos de masas de población por motivos bélicos (expansión árabe) o religiosos (peregrinaciones, cruzadas, etc.), los contactos comerciales entre Oriente y Occidente y las deplorables condiciones socioeconómicas de la población, sobre todo la falta de alimentos, fueron los responsables de que las enfermedades contagiosas se propagasen con gran facilidad y produjesen las epidemias más aterradoras y mortíferas de la historia de la humanidad. En el siglo XIV se estima que la epidemia de peste produjo en Europa 25 millones de muertos, una cuarta parte de su población.

España fue visitada en numerosas ocasiones por la peste ocasionando grandes mortandades en las ciudades afectadas. En las últimas centurias fueron importantes en España las epidemias de Fiebres Tercianas del Mediterráneo del siglo XVIII, las oleadas de Fiebre Amarilla desde comienzos del XIX y las epidemias de Cólera Morbo desde 1834 a 1886.  

La epidemia de fiebre amarilla de 1800 se origina en Cádiz y se va propagando rápidamente a las ciudades y pueblos cercanos hasta llegar a Sevilla. En 1801 la epidemia asola a Medina Sidonia muriendo 776 personas y en 1803 a la ciudad de Málaga ocasionando casi 7000 muertos. En el verano de 1804 la enfermedad reaparece afectando a un número mayor de poblaciones y extendiéndose por gran parte de Andalucía, especialmente Granada, Córdoba, Sevilla y Cádiz, y las provincias de Murcia, Alicante e incluso Valencia. Tras unos años de calma otra vez entra por Cádiz en España asolando a esta ciudad, Málaga, Murcia y Alicante entre 1810 y 1813. En 1819 se registra otro brote que afecta a San Fernando, Puerto de Santa María, Jerez y Sevilla; en 1821 afecta a Málaga, Barcelona, y salvo otros escasos y esporádicos focos epidémicos (1858, 1870 y 1878) la enfermedad desaparece de España. 

Vemos pues como Cádiz y su provincia se ven afectada en numerosas ocasiones por la fiebre amarilla entre 1800 y 1820. Paterna no se libró y sabemos que padeció la epidemia primeramente en 1800 y un segundo brote, más virulento y mortífero en 1804.
 

LA EPIDEMIA DE 1800

 

La fiebre amarilla se declara en Cádiz en el verano de 1800, a finales de julio y principios de agosto. La enfermedad fue contagiada desde ultramar a través de tres barcos llegados al puerto de Cádiz entre marzo y julio de ese año: la polacra "Júpiter", la corbeta "Águila" y la corbeta "Delfín". 

Comenzó por el barrio de Santa María, generalizándose a toda la ciudad a partir de mediados de agosto. El miedo al contagio hizo que la gente huyese de la ciudad, lo que unido a las frecuentes comunicaciones de Cádiz con otros pueblos provocará una rápida propagación de la epidemia Así es como llegaría a Paterna, posiblemente desde Puerto Real, en la que fue afectada el 96% de la población (4.834 personas), muriendo el 18,2% de la misma (913 personas). La epidemia pudo haber llegado igualmente a Paterna desde Medina Sidonia que también tenía contactos frecuentes con Cádiz, y en la que murieron 136 personas.  

La gran mortandad producida en Cádiz, y su rápida propagación a las ciudades cercanas de Puerto Real, El Puerto de Santa María y Jerez, alarmaría a la población de Paterna; hay que tener en cuenta que un año antes, principiando el otoño, nuestro pueblo sufría las consecuencias de “una fuerte epidemia de enfermedades tan general que raro vecino se halla libre o en su sana salud no bastando a contenerla las medicinas artificiales” (AC 10/10/1799) que llevó al  Concejo a la determinación de sacar en procesión la imagen de San Sebastián, patrono del pueblo al que en otras ocasiones se había encomendado, a rogar su intervención divina. Por lo tanto, ante las noticias de la gran epidemia que sufría las ciudades de la bahía desde agosto de 1800, el Ayuntamiento debió, en un primer momento, tomar una serie de medidas para evitar que el contagio llegase al pueblo y crear una Junta Local de Sanidad, que será la que posteriormente actúe en todo lo relacionado con la epidemia. 

Estas medidas encaminadas a evitar el contagio serían, al igual que en otros pueblos: no permitir la entrada en la población de personas procedentes de lugares contagiados, establecer guardias en las entradas del pueblo, prohibición de circular animales por las calles, prohibición de arrojar basuras en la vía pública, limpieza de calles, muladares, escombreras, notificación urgente de enfermos sospechosos, etc.

Posteriormente la Junta Local de Sanidad establece un lazareto para aislar del resto de la población a las personas que se contagien de la fiebre amarilla y atenderlas a modo de hospital, evitando de esta forma su propagación a los vecinos sanos. Este lazareto estaría situado a las afueras del pueblo, en un lugar apartado; Ramos Romero refiere que en El Punto, existe, o existía, una parcela denominada Lazareto, ubicando en ella un cementerio para apestados por enfermedades contagiosas. Lo más probable es que en este lugar se habilitase un lazareto u hospital para los contagiados, y no un cementerio, que sí se instaló en otro lugar.  

Tenemos constancia de que en epidemias posteriores se estableció el lazareto en el lugar denominado Las Aguilillas. Así en Acta Capitular de 19 de Julio de 1884 ante la amenaza del cólera se dictan una serie de medidas, entre las que destaca:  

"Siguiendo la costumbre establecida en análogas circunstancias se construya un local formado de palos y techumbre de pajas o pastos, que sirva de Lazareto para los sujetos a cuarentena, el cual se situará como en otras ocasiones, en el sitio que llaman Las Aguilillas de este término."  

Por otro lado la Junta señala también un cementerio para sepultar a las personas que fallezcan en el lazareto en el sitio que nombran el Granadillo, medio cuarto de tierra a setecientos pasos del pueblo en dirección a occidente (hoy Hazas de Granadillo, junto a Huerta de Mesa, a la izquierda de la carretera de Puerto Real).  

El día 2 de octubre, el cura parroquial de la villa, D. Blas Gallado Velázquez, bendice con todas las formalidades y ceremonias que previene el ritual romano este cementerio del Granadillo para contagiados. Este mismo día bendice el campo santo de San Sebastián, actual cementerio, que se emplazó en el mismo lugar donde estaba la ermita dedicada al patrón,  para sepultar a las personas que falleciesen en el pueblo.  

Cementerio Parroquial de San Sebastián en los años 80
Ignoramos la incidencia de la enfermedad sobre la población de Paterna, es decir, el número de enfermos contagiados. Considerando los datos estudiados, creemos que la población no fue tan afectada como en otros lugares, aunque Iglesias Rodríguez sitúa la mortalidad por la epidemia alrededor del 12% de la población, al igual que en Alcalá, en la que hubo 817 muertos. Este porcentaje suponemos que lo deduce de las noticias obtenidas por Alfonso de María en su obra, según el cual, el número de muertos por la fiebre amarilla en nuestro pueblo fue de 86. Esta  cifra no concuerda con las del Libro de Defunciones de 1800 del Archivo de la Iglesia Parroquial de Ntra. Sra. de la Inhiesta, que sí recoge para todo este año la misma cantidad, un total de 86 defunciones, pero solo refiere 10 personas muertas por contagio de fiebre amarilla.  

Desgraciadamente solo contamos con los datos recogidos del Archivo Parroquial de Paterna, pues en el Archivo Municipal de Paterna las actas capitulares pertenecientes  al periodo de 1800 a 1811 no se han conservado. Del libro de Defunciones de 1800 extraemos los siguientes datos:  

  • El número total de fallecidos a causa de la fiebre amarilla que registra el libro fueron 10.
  • La primera muerte que se registra a causa de la epidemia tiene; lugar el día 11 de octubre y la última el día 8 de noviembre.
  • Los meses de mayor mortandad son septiembre (9), octubre (12) y noviembre (12), por lo que posiblemente la epidemia llegaría a Paterna en septiembre, aunque en agosto también se dio un número mayor de lo habitual de mortandades (8).
  • El mayor número de fallecidos por la epidemia se da durante el mes de Octubre, 9 personas y solo uno en Noviembre.
  • Los 10 fallecidos por fiebre amarilla eran todos varones. Sus edades oscilaban entre los 12 y los 47 años, estando la mayoría de los casos en edades comprendidas entre los 19 y los 40 años, con un total de 8.
  • Desde el 21 de septiembre al 13 de octubre, durante 22 días no se registra en el Libro ningún fallecimiento ni por contagio ni por otra causa, lo que resulta muy extraño.
  • De los 10 fallecidos por el vómito negro, 9 murieron en el lazareto y fueron enterrados en el Granadillo, cementerio establecido para los contagiados. El otro fue sepultado en las inmediaciones de la ermita de San Sebastián. 
Por otra parte analizando el número de matrimonios, nacimientos y defunciones de los años anteriores y posteriores hemos observado que:  

  • En cuanto a matrimonios no hay descenso significativo en este año como por ejemplo en 1804, en que hubo otra gran epidemia.
  • Respecto a los nacimientos solo hay un discreto descenso con respecto a los años anteriores.
  • Y en las defunciones vemos que hay años con mayor número de fallecimientos que 1800, siendo el más significativo 1804 con 163, fruto de otra epidemia de fiebre amarilla.
Por tanto a la vista de estos datos y considerando que se registraron todas las defunciones por fiebre amarilla en el Libro de Finados de la Iglesia, se puede decir que la epidemia no ocasionó una gran mortandad en Paterna, al contrario que en otros pueblos cercanos como Medina (136), Alcalá (817), Arcos (631) o Puerto Real (1621).  

LA EPIDEMIA DE 1804

 

En este año tiene lugar un nuevo brote de fiebre amarilla, que afectará a una zona más amplia de influencia, pues se va a extender a gran parte de Andalucía, a Murcia, Alicante y Valencia, siendo menor la mortalidad que produce en las ciudades que la de 1800.  Pero en Paterna ocurre lo contrario, la mortalidad de esta epidemia  va a ser mayor que la de 1800. 

Contamos con referencias sobre el número de fallecidos por la fiebre amarilla en 1804 en dos obras publicadas en la época:  

  • Alfonso de María recoge en su trabajo un total de 162 fallecidos.
  • Juan Manuel Aréjula da, sin embargo, una cifra menor, 117 muertos.

Así mismo ofrece el número de habitantes de Paterna, 1140, y el numero de varones y mujeres fallecidos, 72 y 45 respectivamente.  

Al estudiar los fallecidos en 1804 en el Libro de Defunciones del Archivo Parroquia1 comprobamos que el número total de fallecidos en Paterna durante todo el año, no solo por fiebre amarilla, es de 162, cifra que da Alfonso de María en su obra de fallecidos solo a causa de la epidemia.  

Por otra parte el número de fallecidos por la fiebre amarilla que recoge el Libros de Finados es de 118, de los cuales 71 eran varones y 47 mujeres. Estas cifras coinciden más con las de Aréjula, que con las de Alfonso de María, que ha tomado el número de muertos, no solo a causa de la epidemia, sino el total de todo el año. 

Así pues la mortalidad que ocasionó la epidemia de 1804 fue el 10.35% de la población (1.140), mucho mayor que la de 1800, que fue alrededor del 1%. 
 
Analizando los datos del Libro de Defunciones obtenemos los siguientes datos: 

  • El número total de fallecidos fue de 118 personas.
  • La primera muerte por el vómito negro tiene lugar el día 2 de octubre, y la última el día 30 de diciembre.
  • Los meses de mayor mortandad son septiembre (13), octubre (62, de los cuales 59 fueron por el contagio), noviembre (42, todos ellos de contagio) y diciembre (17), también todos ellos de contagio).
  • El mayor mes de mortandad es octubre, y el día en que más fallecimientos se producen es el 15 de octubre con 6.
  • De los 118 fallecidos 71 (60.16%) eran hombres y 47 (39.83%) mujeres.
  • El cura inscribe en el libro de finados una lista que le aporta la Junta Local de Sanidad con el total de fallecidos por la epidemia, y que por lo tanto debieron de ser enterrados sin oficio religioso en el cementerio de San Sebastián o en uno habilitado para los contagiados.
  • Resulta extraño que desde el día 3 de octubre hasta final del año, todos los fallecimientos registrados sean a causa de la fiebre amarilla, ya que el párroco, D. Blas Gallardo Velázquez, a partir de dicha fecha solo anota la lista de muertos por el contagio dada por la Junta de Sanidad. Esto tendría una explicación lógica: las personas más débiles o con alguna enfermedad previa, estarían más expuestas a contagiarse de la fiebre amarilla, y por lo tanto morir con toda seguridad a causa de la infección y no de su anterior patología.
  • En el listado se recoge la edad de algunos fallecidos, pero no de todos; así tenemos 8 párvulos, 5 de edades entre los 8 y 15 años, uno de 35 años, 7 de entre 45 y 65 años y 18 nombra como adultos.
  • En cuanto al estado civil tenemos 10 viudos, 46 casados, 1 soltero. El resto suponemos solteros, ya que son párvulos, de poca edad o no se especifica. 
Al contrastar estos datos con los que ofrece Aréjula observamos algunas diferencias. Aréjula refiere que la enfermedad se conoció en Paterna el día 30 de agosto, sin embargo los primeros fallecimientos a causa de la misma que recoge el libro de Finados es del día 2 de octubre, casi un mes después, cosa que resulta rara, aunque si reparamos en la mortalidad del mes de septiembre vemos que es mucho mayor que los meses precedentes, con lo que sospechamos que ya en este mes algunos fallecieron a causa de la fiebre amarilla, y no fueron diagnosticados correctamente en un primer momento. 

Otra pequeña diferencia es el número total de fallecidos por vómito negro, 117, el párroco recoge 118; así como el número de varones y mujeres muertas, 72 y 45 para Aréjula y 71 Y 47 registrados en el libro de defunciones. 

Aréjula dice que se dio por sano al pueblo el día 8 de diciembre, sin embargo en el  listado de muertos por el vómito negro aun aparecen hasta el día 30 de diciembre, aunque como ya dijimos antes, no se especifica ni anterior ni posteriormente ningún fal1ecido por otra causa desde el día 2  de octubre hasta el final del año. 

También nos refiere Aréjula que el día 12 empezaron las fumigaciones y terminaron el día 14 del mismo mes. Estas tenían por objeto, una vez pasada la epidemia, purificar, es decir, destruir y desinfectar los puntos de infección. Así se quemaban los trastos, enseres y ropas de los contagiados, y las  habitaciones y cuartos se desinfectaban quemando azufre o por medio de una mezcla ácido sulfúrico purificado, azufre en polvo, nitro puro, sal común y molida, según el método Queralt. 

Podemos intuir relativamente, de una forma indirecta, la incidencia que tuvo la epidemia sobre población de Paterna analizando los datos de los demás Libros Sacramentales que se hallan en el Archivo Parroquial, dado que no tenemos referencias documentales en el Archivo Municipal. Así observamos:
 
  • Hay un descenso muy brusco en el número de matrimonios con respecto a los años anteriores y posteriores, solo 8, a excepción de 1797 en que el número de casados es de solo 6.
  • En cuanto a nacimientos, paradójicamente el número es mayor en 1804 que en otros años, 75,  aunque apreciamos un descenso en el año posterior, 35 nacidos, como consecuencia de la gran morbilidad y mortalidad que la fiebre amarilla produjo en los últimos meses de 1804 y que va a tener efectos en la dinámica demográfica posterior.
  • Referente a las defunciones encontramos tres años en que las cifras son mayores, 1799 con 99 muertos, 1800 con 87 y 1804 con 163, destacando especialmente este último. Este aumento de la mortandad se debe en los tres casos a epidemias,  la de 1799 la desconocemos el tipo de contagio, aunque, como dijimos antes, el cabildo de 10 de octubre de dicho año se hace eco  de “una fuerte epidemia de enfermedades”. La epidemia de 1804 fue la que produjo más mortandad, ignorándose el número de los que enfermaron y sanaron. 
    Podemos concluir, a la vista de la documentación consultada y de lo expuesto, que esta epidemia de fiebre amarilla tuvo mayor repercusión en la población de Paterna que la de 1800, ocasionando una mayor mortalidad y por tanto una mayor morbilidad.  

Las epidemias fueron un hándicap importante para el crecimiento y desarrollo de las poblaciones, máxime en pueblos pequeños como Paterna, donde a los problemas de subsistencia de sus habitantes por su exiguo término, que obligó a muchos de sus vecinos a trasladar su residencia a poblaciones donde fuese más fácil sobrevivir, se unió el efecto menguante de las numerosas epidemias que nos visitaron. Desde el último tercio del siglo XVIII Paterna fue mermando su  población;  así en 1783 contaba con 383 vecinos (unos 1532 habitantes), en 1786 con 371 (unos 1484 hab.), en 1804 unos 1.140 habitantes,  tendencia que se invirtió tras la Constitución de1812, en que empieza la recuperación demográfica; este año contaba Paterna con  326 vecinos (1304).
 
DEFUNCIONES
 
1800
1804
ENERO
6
4
FEBRERO
8
4
MARZO
4
4
ABRIL
5
2
MAYO
6
2
JUNIO
3
4
JULIO
6
2
AGOSTO
8
4
SEPTIEMBRE
9
13
OCTUBRE
12 (9)*
62 (59)*
NOVIEMBRE
12 (1)*
42*
DICIEMBRE
2
17*
TOTAL
86
162
 
 

AÑO
NACIDOS
MATRIMONIOS
FALLECIDOS
1794
12
70
53
1795
19
77
45
1796
16
80
47
1797
6
68
54
1798
 
77
71
1799
16
73
99
1800
14
56
87 (9)*
1801
15
72
66
1802
30
49
103
1803
23
57
52
1804
8
75
163 (119)*
1805
16
35
21
1806
28
69
42
1807
24
59
39
1808
22
70
33
1809
20
68
43

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 
* Fallecidos a causa de la epidemia
 

FUENTES Y BIBLIOGRAFÍA


·         ARCHIVO MUNICIPAL DE PATERNA. ACTAS CAPITULARES

·         ARCHIVO PARROQUIAL DE PATERNA. LIBROS DE NACIMIENTOS, MATRIMONIO Y DEFUNCIONES  1794 A 1809

·         IGLESIAS RODRÍGUEZ, J.J.: “La Epidemia Gaditana de Fiebre Amarilla de 1800. Diputación de Cádiz. . Jerez de la Frontera. 1987

·         RODRÍGUEZ CARRIÓN, J.: “Jerez, 1800. Epidemia de Fiebre Amarilla.” C.E.H.J. Jerez dela Frontera. 1980

·         ARÉJULA, J.M.: “Breve descripción de la Fiebre Amarilla padecida en Cádiz y pueblos comarcanos en 1804, en Medinasidonia en 1801, en Málaga en 1803 y en esta misma plaza y varias otras del reino en 1804 por Don.-  Madrid en la Imprenta Real. Año de 1806

·         MARÍA, A. DE: “Memoria sobre la Epidemia de Andalucía el año de 1810”. Cádiz. Imprenta de D. Josef Niel, 1811.

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